sábado, 18 de junio de 2011

~Capítulo 4~

Me di la vuelta con el mayor sigilo posible.

-¡Ah, pero si eres la amiga de Danny!- me dijo un rubio con un flequillo muy bonito.

Yo me señalé con el dedo. ¿Se refería a mí?

-¿Yo?

Esa fue la pregunta más inteligente que había hecho en mi vida.

-¡Sí, claro! Tú eres la chica que se ha tropezado con el cable de mi bajo.

Triste era que me recordaran por eso.

-¡Ah! Pues… lo siento.

-Bah, Tom me dice que siempre estoy en medio, por tanto, mi bajo también… Pero bueno, has venido a ver a Danny, ¿no?

-Hum… podría decirse así, sí.

-Qué raro… una chica que va a ver a Danny.

-No sé en qué estás pensando, pero solo quiero darle las gracias por la entrada que me dio ayer.

-¡Ah, pues entonces…! Yo soy Dougie.

-Yo Cristina.

Se acercó y me dio dos besos, librándome del conflicto interno que yo tenía pensando si le daba la mano, le saludaba con un Konichiwa o le daba un cabezazo. (Había leído por ahí que esa era una manera de saludarse, por increíble que parezca).

-Venga, ¡vamos a la busca de Danny!

-Sí.

-No le pones pasión.

-¡Síiii!

-Bien.

Me guió a través de pasillos interminables y laberínticos.

-¿Y no le molestaré?

-¡Pues claro que no! En todo caso, sería al revés.

-Que consuelo.

Él rió.

-Mira, aquí es.

Me encontraba frente a una puerta la mar de normal, en un pasillo la mar de normal con luces la mar de normales.

-Ah, pues… gracias, supongo.

-No hay por qué darlas.

Me quedé mirando la puerta.

-Puedes entrar, no vamos a cobrarte por ello.

-Sí, vale.

Rió.

-Nos vemos, pues. Te dejo.

-Hasta pronto.

Le vi desaparecer por el pasillo aún riéndose.

Volví la vista hacia la puerta y suspiré.

Puse la mano sobre ella.

-“Vamos Cris, solo es una puerta y él solo es un chico. Guapo, eso sí, pero solo un chico y además…”

-Cállate, conciencia.- me espeté a mí misma.

Y golpeé la puerta.

-Adelante.- oí desde dentro.

Con mucho cuidado abrí la puerta y metí la cabeza.

-¿Puedo pasar?- pregunté.

Dentro estaba Danny sentando en una silla, mirando un gran espejo que allí había. Al oírme, se giró y sonrió.

-¡Has venido!

Se levantó, mientras se ponía a dar palmitas y se ponía a dar saltitos.

Me lo tomé como una afirmación, asique pasé y cerré la puerta.

-Toma, pues claro. ¿Qué querías que hiciera? Después de hacerme pasar el bochorno de mi vida, tenía que venir a cobrarme venganza. ¿ O acaso pensabas que dejaría las cosas así como así? Y no pienso aceptarte ninguna otra entrada como perdón.¡Jesús! ¡Hasta que habéis salido! ¿Tú sabes lo que me he aburrido?

Danny rió.

-¡Y encima no te rías! ¿Ayer no me podías haber dicho quién eras?

-Pero es que era divertido. Si te lo decía, perdería el factor sorpresa de hoy.

-Ya, eso sí… Y encima eres el culpable de que mi amiga no sepa ahora sí matarme o darme un guantazo.

-Personalmente… prefiero el guantazo.

Le miré y me reí.

-No tientes, no tientes…

-Me apetece tentar.

-Eres un caprichoso.

Se encogió de hombros.

-Puede… y así me va.

Reí.

-¿Ahora a dónde os vais?

Yo era así de directa.

-A Brasil, creo.

-Te echaré de menos.

Me tapé la boca con las manos a toda prisa. ¿Por qué había dicho semejante cosa?

-¿Qué has dicho?

-¿Emm? ¿Yo? ¿Cuándo he dicho yo algo?

Danny rió.

-¿Entonces por qué te tapas la boca?

-Porque me he mordido.

Yo siempre tenía salidas para todo.

-Ya.

En ese momento, Dougie asomó la cabeza por la puerta.

-Perdón, tenía la intención de venir a interrumpir algo.

-¡Dougie!

-¡Vale Danny, ya me voy, ya!- y se fue corriendo, riendo.

-¿Dougie siempre es así?- pregunté.

-No sabes cuánto.

Reí.

-Así que esa es tú mascota.

-Sí.- sonrió.

-No está mal.

En ese momento, me sonó el teléfono.

-“Caricias, besos y mimitos,eres tú mi peluchito, eres una estrella guía, te amaré toda la vida…”

Danny se rió a carcarjadas.

-¡Jajajaja! ¡¿Pero eso qué clase de politono es?!

A mí se me cayó la cara de vergüenza. Mi hermano había vuelto a jugármela.

-Calla, si en realidad te gusta.

Lo cogí, mientras Danny se destornillaba de risa en un sillón.

-¿Sí?

-¡Cristina, hija! ¿Dónde estás?

-¡Sergio!

-¡Sí, el mismo!¡El mismo que te lleva esperando durante hora y media!

-¡Ostras, lo siento!¡Se me había olvidado!

-Ya, que se te había olvidado… He llamado a Virgi y me lo ha contando todo.

-¿Eh?

- Que fuiste al concierto ese solo porque te lo pidió un guaperas desconocido, que resultó ser el cantante de la banda y ahora estás no sabe dónde, pero huiste en dirección backtsage después de que te subiera al escenario. Muy bonito Cris, muy bonito. Te consideraba más inteligente.

Lo que me faltaba. Mi mejor amiga me apuñalaba por la espalda y luego Sergio saltaba sobre el puñal.

-Déjame en paz, anda. Si tantas ganas tienes de ver X-Men, coge a Virgi y déjame.

-Pero…

Acto seguido le colgué.

Danny me miró.

-¿Se te complican las cosas?

-No sabes cómo… Te conozco desde hace apenas un día y pones todo mi mundo patas arriba.

Rió.

-Suelo producir ese efecto en la gente.

-Vaya, que curioso.

-Sí.

Apareció entonces un hombre por la puerta.

-Danny, quince minutos.

-Sí.

Y desapareció.

-Creo que tengo que irme…

-…

- Pero no quiero.

Danny rió.

-No me esperaba esa respuesta.

Reí.

-Ni yo.

Me dirigí hacia la puerta.

-No sé cuándo será la próxima vez que nos veamos…

-Quizá nunca.- le dije.- Tú mañana estarás bailando al samba y yo volveré a mi monótona vida con Kate, con la obsesiva de Vir y con el pesado de Sergio.

-Ey, pues parece que no te vas a aburrir.

Sonreí.

-Ehh, eso es una sonrisa.

-No, no lo era.

-Oh, vamos…

-Una cosa que quería decirte era que ya contáis con una fan más.

-¿Sí?

-¡Sí!

-Pero no seas fan de Tom, puede ser perjudicial para tú salud.

-¿Tom, quién es Tom?

-Ese que te ayudó a levantarte.

-¡Ah, ya! Parecía majo.

-No te dejes engañar por ese aspecto de Tom apacible que tiene…¡solo pretende que caigas en su trampa!

-Entonces, por esa regla… no debería fiarme de ti.

-Yo soy diferente. Nací para saltarme las reglas.

Reí.

-Eso sí que era una sonrisa.

Le fulminé con la mirada.

-Bueno, vale, una cosa…- se puso a buscar como un loco por todos los lados.

-¿Qué haces?

-¡Ajá!

Sacó de debajo de unos cojines una vieja cámara de esas que echas una foto y te la revela la instante.

-¿Y eso?

-Es de Tom, que es un friki de estas cosas.

-¿Y para qué la quieres?

Puso los ojos en blanco.

-¿Acaso no es obvio?

Reí.

-¿Quieres una foto…conmigo? Perdona que te diga, pero estás loco.

-Bah, si eres mi fan, lo mínimo que puedo hacer es una foto contigo.

-¿Cuándo he dicho que sea fan tuya expresamente?

Nos reímos.

-Se sobreentiende.

Puso la cámara sobre la mesa y se puso a pensar.

-Hum, necesito alguien que…

-Tranquilo Danny, que ya la saco yo.

Dougie salió de detrás de la puerta y cogió la cámara.

-¿Pero cuánto tiempo llevas ahí?- le preguntó.

-Pues todo, naturalmente.

Danny yo nos miramos.

-¿Le matas tú o lo mato yo?

-Déjalo, Danny, que haber luego donde encuentras un bajista.

-Eso, Danny. Escucha a Cristina.

-Llámame Cris.

-Pues Cris.

-En fin…

-¡Venga, posad, que se nos va el tiempo en catas!

-Sí, sí.

Me coloqué al lado de Danny, que me pasó el brazo por los hombros.

-¿Me permite?

-Permiso concedido.

-Venga…-dijo Dougie- decir... Danny es tonto.

-Danny es…¡Dougie!

-Jaja, ahora de verdad. Vamos, a la de 3…2…1…¡Ya!

-¡Haber, haber!

Nos lanzamos como fieras a ver la foto. Salieron dos.

-Pues salimos guapos.

-Yo siempre.

-Pero Dougie, si tú no sales en la foto…- objeté.

-Lo mismo da.

Me reí.

-Bueno, yo me voy ya. Veré cuántos minutos más os puedo dar.¡Adiós Cris!

Y se fue.

-No, si en el fondo es un cielo.

-La pena es que sea muy en el fondo. Toma.- y me tendió una de las dos fotos.-¡Ah, no, espera! ¿Qué clase de foto sería sino te la firmara? Toma, fírmame tú a mi está. Toma un boli.

-¿Quieres…quieres que te firme una foto?

-¡Anda toma pues claro!

-En fin… como quieras.

Así lo hice.

-Toma, firmada.

-Lo mismo que la tuya.

-Y ahora, aunque me dé mucha pena… creo que tengo que irme.

-Hum.

-Bueno, me lo he pasado bien.

-¡Sí!

Abrí los brazos y le dí un abrazo. Me lo devolvió.

-Espero verte pronto.

-Lo mismo.

-Cuida de Kate.

-Domestica tú a Dougie.

Rió.

-No te prometo nada.

Salí por la puerta.

-Adiós, Danny.

-Adiós,Cris.

Último abrazo por nuestra parte y eché a correr rumbo hacia la salida más cercana, con la foto en la mano, los ojos empapados y un “¡estúpida!” resonando en mi cabeza.

1 comentario: