miércoles, 27 de julio de 2011

~Capítulo 23~

Me rompía el alma verle llorar, así que le abracé más fuerte y le pasé la mano por la cara, acariciándole, tratando de calmarle, porque me sentía totalmente impotente.

-Danny…Danny, estoy aquí. Ya, cálmate. Estoy aquí contigo, hoy, ahora y siempre.

Le agarré de la cara y le obligué a mirarme a los ojos. Después, lo besé apasionadamente.

Agarré una de sus manos y lo puse sobre mi pecho izquierdo.

-¿Puedes oírlo?-le pregunté.

-Sí.

-Pues es tuyo, nunca lo olvides.

-Yo ya te di el mío.

-Por eso, ya es hora de que yo lo haga también. Ahora, mi corazón te pertenece, y con él, mi vida.

-Me das demasiado para lo poco que te doy yo…no sé cómo puedo corresponderte…

-Así.

Me tiré sobre él y cayó sobre la arena. Rauda y veloz, mis manos volaron hacia su camiseta y se deshicieron de ella.

-¿Aquí?-me preguntó, con una sonrisa.

-¡Sí! ¿Por qué no? Que esta playa sea testigo de nuestro amor.

No discutió.

Después de revolcarnos a conciencia en la arena, nos quedamos allí tumbados, mirando el cielo, escuchando el sonido del mar, disfrutando de la compañía del uno con el otro.

-Qué asco, estoy llena de arena.-me quejé.

-¡Subamos a ducharnos!

-A…-le cogí de la muñeca y miré su reloj.-¿A las tres y media de la mañana?

-¡Sí! ¿Por qué no? Puede ser interesante.

-Ya, interesante, ¿verdad?

-Mucho.

-¡Corre, vamos! ¡Party hard en la ducha!-grité mientras me levantaba y echaba a correr.

-¡Sí!

Como supuse, aquello no fue una ducha normal. Lo único que tuvo de ducha fue que teníamos agua y jabón, por lo demás…

Decidimos que esa noche no dormiríamos, total, si para lo que quedaba de ella… así que nos sentamos a “hablar” en la cama.

Como a cosa de las ocho y media de la mañana, alguien aporreó nuestra puerta. Danny se fue a abrir.

-¡Danny, tío! ¿Has visto a Cris? ¡La he perdido, ayer estaba con nosotros y…!-calló al ver que aparecía por detrás de Danny.

-¡Tom!-me lancé a abrazarle.-¡Ya lo hemos arreglado!

-Ay, y tú que pensabas que era el fin del mundo…

-Es que para mí, lo era.

Tom me puso una mano en la cabeza.

-Cuídala bien, Danny. Que como me entere que la has hecho llorar otra vez, Harry y yo te partimos las piernas.

-¿Y si la hago llorar de risa?

Tom se paró a pensarlo.

-Así supongo que no, pero avisado estás.

Abracé a Tom.

-¡Ay mi Tom! ¿Qué haría yo sin ti?

-Pues nada, claro está.

-Mírale, que modesto el papá de los papases…-Danny y yo reímos.

-Sí…bueno, os dejo. Tengo que ir a ponerme presentable para desayunar.

-Vale, ahora vamos nosotros.

Nos vestimos y bajamos con Tom y Harry, que hablaban sobre quién se comería más tostadas de los dos.

Sara y Dougie estaban sentados en la mesa de siempre. Esos vivían una vida independiente a nosotros.

-¿Ya habéis hecho las paces?-preguntó Dougie cuando nos sentamos todos.

-Sí.-afirmé.

-Lo que no sé, Danny, es como aguantas a mi prima, te mereces un Nobel o algo…

-Gracias Sara, no sabía que me tenías en tal alta estima.

Nos reímos.

En ese momento, vislumbré a Jensen y me levanté.

-¿Adónde vas?-me preguntó el preguntador Danny.

-A zanjar un asunto, ahora vuelvo.

Fui a hablar con Jensen y en menos de cinco minutos ya estaba de vuelta.

-¿Qué ha pasado?

-Nada, simplemente le he agradecido todo lo que ha hecho por mí, pero le he pedido que me deje en paz. Bueno…más bien se lo he exigido.

-¡Bien!

Todos aplaudimos.

Después, nos pusimos a hablar sobre que ellos tenían que dar un concierto.

-¿Y vosotras, qué queréis hacer?-nos preguntó Harry a Sara y a mí.

-Pues no sé, ¿Cris, qué hacemos?

-¿Y a mí qué me cuentas? Yo voy donde vaya Danny.

-Pues vale, vamos con vosotros. Siempre he querido ver cómo son los camerinos.

-Pues os venís con nosotros, más fácil.

-Sí.

-Seh.



-Bueno, tenemos que salir a tocar.

-Suerte, chicos, aunque no la necesitáis.-les dije a los cuatro.

Danny me abrazó.

-Yo te necesito a ti.

-Ya me tienes.

Le besé antes de dejarle marchar con las tres causas perdidas que tenía por amigos.

-Sois muy monos.-dijo Sara.

-Sí, lo sé.

-¿Vamos a asomarnos a ver cómo lo hacen? Ya he visto todo lo que tenía que ver.

-Vamos, pues.

Nos pusimos en la parte esa de a un lado del escenario por donde suelen salir ellos.

-¡Mira, mira mi Dougie, qué bien lo hace!-Sara se puso a bailar descontroladamente.

-Emm…sí, ya veo.

Yo solo tenía ojos para Danny, no podía apartar la mirada de él. Observaba cada movimiento suyo, cada pestañeo, cada respiración…no sé cuánto tiempo estuve mirándole, pero no fui consciente de que se acercaba a mí hasta que me agarró de la mano e intentó sacarme al escenario.

-¡Danny,no!-intenté decirle.

-Y ahora, quiero presentaros a una persona muy especial para mí…

-¡No, Danny!

-¡Mi chica, Cristina!

Me sacó fuera y quedé al descubierto, delante de miles de caras que intentaban asimilar la noticia.

Danny me hizo girar sobre mí misma, intentando mostrarme al público, pero a la segunda vuelta me pisé a mí misma y casi me caigo. Danny tuvo que sujetarme para que no me cayera. Recordé que la primera vez que subí con ellos al escenario fue el 22 de junio…que lejano me parecía esa fecha…y que me caí.

-¡Y esta es Sara!

Dougie presentó también a mi prima, que saludaba entusiasmada.

Esperé unos instantes y después, volví a refugiarme, con Sara, en los camerinos.

-¡Chica, ha sido alucinante!-decía esta, muy emocionada.

-Sí, sí lo ha sido.

-Y tía, eres más patosa… la segunda vez que te caes estando con McFly.

-Perdona, pero no he llegado a caerme del todo.

Nos reímos y estuvimos hablando hasta que los chicos volvieron, sonrientes y sudorosos.

-¡Danny!Mi Danny.-me tiré a sus brazos nada más verle aparecer.

-Mi Cris.-me dijo, abrazándome a su vez.-Que patosa que eres.¡Casi te vuelves a caer! Jaja.

-Sí…mola.

Una vez de nuevo en nuestra habitación, me salí a la terraza y me senté en una de las sillas que allí había.

-Cris, ¿podemos hablar?

-¿Qué has hecho ahora, Danny?-le pregunté, sonriendo.

-¿Yo? Nada, ¿qué te hace pensar que yo he hecho algo?

-No sé, déjame pensar…haber…¿quizás porque eres Danny Jones?

-Sí, me has pillado.

Tomó asiento a mi lado.

-Tú dirás.-le dije.

-Verás…haber cómo te digo esto…

-¡Estás embarazado!-le dije.-¡¿Es eso?!

Se echó a reír.

-No, claro que no. Qué cosas tienes…

-Una nunca se sabe, mejor cercionarse.

Sonrió.

-No, verás… es solo que, si vamos a ir en serio…quiero conocer a tú familia.

Abrí los ojos desorbitadamente.

-¿Qué quieres qué?

-Presentarte a los fans es solo el principio, ahora quiero conocer a tu familia. Después, haré lo propio con la mía.

lunes, 25 de julio de 2011

Nueva novela (:

¡Hola holita, vecinitas!
Sé que esto no es un nuevo capítulo, haha. Es solo para comentaros que he empezado una nueva novela que quizá (y solo eso, quizá, haha) os interese. Que tenga otra no quiere decir ni por un instante que vaya a dejar esta de lado.
Es esta:

sábado, 23 de julio de 2011

~Capítulo 22~

[POV Danny]

Oír la intensidad del portazo me dolió más que si me hubiera abofeteado en la cara con todas sus fuerzas.

Resoplé con fuerza, volvíamos a estar como en el principio.

No, esto tenía que arreglarlo.

Salí al pasillo a buscarla, pero ella no estaba allí. ¿Dónde estaría?

Bah, ya vendría ella. Siempre lo hace.

Esbocé un amago de sonrisa. Sí, ella siempre venía a mí, me necesitaba. Esta vez no sería diferente.

Miré el reloj de la mesilla. Era hora de comer, pero con el susto y todo, no tenía hambre.

Decidí darme una ducha y ponerme presentable, para cuando Cris volviera.

Me metí en la ducha y dejé que el agua me empapara.

¿Qué estaría pensando ella ahora?

¿Estaría pensando en mí?

Porque yo estaba pensando en ella.

Y ella no sabía con qué intensidad lo hacía.

[ POV Cris]

Tom se me quedó mirando, sin comprender del todo. Después, se echó a un lado.

-Vamos, pasa. No te quedes ahí.

Asentí y entré dentro.

-¿Dónde está Harry?-pregunté, al no verle por allí.

-Se ha ido a molestar a Sara y a Dougie. Ya sabes, porque están tan empalagosos que…

-Al menos, ellos pueden serlo. Yo ya no.

Tom me agarró de los hombros.

-Vamos, no digas eso.

-Pero es que es la verdad Tom, seguro que, después de lo que ha pasado, Danny no me quiere más.

-Vete a cambiar, que te vas a quedar fría y después me lo cuentas. Verás como encontramos una solución.

-Iré, pero no creo que la tenga, Tom.

Dicho esto me metí en el baño y me cambié el bañador por la ropa que había cogido.

Tom me esperaba sentando en la cama, moviendo los pies arriba y abajo.

Tendí el bañador en la terraza y me senté a su lado.

-Bueno, cuéntame.

-Es idiota.

-Cuéntame algo que no sepa.

Reí.

-Tom, estoy intentado sentirme triste, no me hagas reír.

-Vale, lo siento.

-Verás…es que me tiene un poco harta.

-A mí también me tiene un poco harto.

Sonreí.

-Es…un poco celoso, diría que hasta posesivo conmigo…

-Pero eso es porque teme perderte.

-Pues justamente eso es lo que está haciendo.

-No creo. ¿Qué sientes por Danny?

-Nada que no pueda sentir por otro.

-¿De verdad?

-¡No!

-Lo sabía.

Me tapé la cara con las manos.

-No sé Tom… Danny es demasiado…demasiado Danny. Es como si me quedara grande.

-Yo creo que es de tu talla.

Me cubrí con mis propios brazos.

-Un consejo, cierra los ojos.

Los cerré.

-¿Los tienes ya cerrados?

-Sí, Tom.

-Bien, ahora piensa en Danny y dime qué sientes.

-Pero…

-Dime qué sientes.

Me concentré. Pensé en Danny y él apareció, ahí estaba. Tenía los ojos cerrados, pero podía verle perfectamente.

-Estás sonriendo.-me dijo Tom.

-Lo siento, no puedo evitarlo.

-Pues no lo sientas, eso es bueno.¡Venga, va!-me apremió-Dime qué sientes.

-Siento…ganas de sonreír, de saltar, de abrazar a todo el mundo, de cantar. Siento una especie de cosquilleo en el estómago…que perfectamente podría ser del hambre…si lo sintiera… siento mil y una cosas a la vez.

-Bien,ahora abre los ojos.

Lo hice para encontrarme con un Tom sonriente.

-Todo lo que has dicho confirma mi teoría de que quieres a Danny.

-¿Y en qué se fundamente esa teoría?

-Digamos…que tengo ciertos indicios.

Reí.

Me pasó un brazo por los hombros, para animarme.

-¿Te sientes mejor?

En ese momento, me eché a llorar.

-¡Lo echo de menos!

[POV Danny]

Salí de la ducha y se me cayó el alma a los pies al ver que Cris no me esperaba fuera. Estaba tardando mucho en volver por mí. ¿Y si…esta vez fuera la definitiva?

[POV Cris]

-Para de llorar, Cris, llevas toda la tarde llorando.

-¡No puedo,Tom, no puedo!

-Lo digo porque se nos han acabado los clínex y solo tenemos un rollo de papel higiénico.-le miré con pena- Pero si quieres seguir llorando, sacrificaremos las sábanas de Harry, tú no te preocupes.

-No creo que haga falta…-le dije- puesto que se me han acabado las lágrimas. Ya no puedo llorar más.

-Bueno…eso es una buena noticia para Harry, ¿no te parece?

Sonreí, aunque no deseaba hacerlo.

[POV Danny]

No paraba de dar vueltas en la habitación, de aquí para allá, de allá para acá. No podía estarme quieto.

Llevaba toda la tarde sin Cris, sin oírla, sin verla, sin besarla…sin quererla. Me estaba volviendo loco.

Había estado toda la tarde tumbado en su cama, justo en el lado donde ella dormía, porque las sábanas y la almohada aún conservaban su olor y la sentía cerca de mí, aunque no lo estuviera. También había tenido mucho tiempo para pensar.

Sí, quizá me hubiera pasado un poco con lo de ese chaval, como se llamara. Después de todo, Cris nunca me había dado razones para dudar de ella, y yo me había comportado como un completo idiota, justo como ella me había llamado antes de marcharse.

Miré el reloj. Era hora de cenar.

No tenía hambre, pero quizá Cris estuviera por allí.

Decidí que bajaría y eso es lo que hice.

[POV Cris]

-Que no Tom, que no tengo hambre, que no quiero.

Tom tiraba de mi brazo, mientras que con el otro me agarraba con todas mis fuerzas a la pata de la cama.

-Mientras estés bajo mis cuidados, comerás. Que a Danny no le gustan las esqueléticas.

-Pero Toooooom-me quejé.

-Vamos, ni peros ni Toms. A cenar.

-No puedo bajar, Danny estará allí. Seguro que sigue enfadado y… no tengo ganas ni fuerzas para enfrentarme a él ahora.

-Tú tranquila, limítate a comer algo, que ya me encargaré yo de Danny.

-Tom…te doy demasiados problemas.

-Eso no es cierto. Y vamos, a cenar.

-Vale.

Me solté de la cama y bajamos abajo.

No había ni rastro de Danny.

-¿Ves? No te preocupes.

-Vale.

Cogimos algo y nos sentamos en una mesa. Al instante, aparecieron Dougie, Sara y Harry.

-¡Eh, tíos! ¿Y Danny?

-No sé.

-¡Cris!¿Dónde está Danny?

-No lo sé.

-¿Y cómo eso?

-Pues eso, que no sé donde está. Y puede que ni me importe.

-Eso no es lo que hemos hablado arriba.-me susurró Tom.

-Lo sé.

En ese momento, Danny apareció.

-¡Eh! ¿Qué pasa, chicos?-fingió que no pasaba nada.

-Nada, aquí, dispuestos a cenar.

Danny se fijó en que estaba sentada en medio de Tom y Harry, y tomó asiento al lado de Sara. Y esta, que no se le escapaba una, preguntó.

-¿Por qué no te sientas con Danny,Cris?

La fulminé con la mirada.

-Porque no.

-¿Pero por qué?

-¿Pero por qué no te callas la boca?

-Cris, tranquila.

-Lo siento, Tom.

Cenamos en un incómodo silencio, hasta que apareció Jensen y me dio una palmada en la espalda.

-¡Pero si es mi ahogada preferida! ¿Qué, qué tal te encuentras?

-Bien, estoy bien, gracias.

Hubo un cruce de miradas entre él y Danny.

-Bueno, os dejo cenar en paz. Ya nos veremos.

Y se fue.

Terminamos de cenar y nos levantamos de la mesa.

Subimos en silencio hasta nuestras habitaciones. Ninguno tenía ganas de fiesta ese día.

[POV Danny]

Me sentí bastante mal cuando vi donde estaba ubicada en la mesa, flanqueada. Como si quisieran protegerla de algo, o de alguien. De mí, entendí después. Querían protegerla de mí.

Lo pasé fatal cenando, todos en silencio.

Tenía los ojos clavados en Cris, pero ella evitaba mirarme.

Aún así, pude ver que tenía los ojos enrojecidos. Había estado llorando toda la tarde. No sabía cómo tomarme eso.

¿Lloraba por mí o por ella?

Cuando subimos arriba, estuve a punto de decirla que entrara conmigo en nuestro cuarto, pero me callé al ver que entraba en la habitación de Harry y Tom. Bueno, ahora sabía con quién había estado. Creía que había estado con el subnormal ese, pero me equivoqué. Cris cada día me sorprendía más.

Me había pasado sufriendo toda la tarde pensando que estaba más lejos de mí cuando resulta que había estado todo el rato en la habitación de al lado, pared con pared.

Con los pies arrastrando, entré en la que había sido nuestra habitación y me dejé llevar, arrastrado por los recuerdos, hasta la terraza, donde, después de subir de la bolera y haber hecho eso, la canté Nowhere left to run y otras tantas canciones, mientras contemplábamos el mar. Recuerdo que, cuando estaba diciendo “cause I need you, to save me”, me interrumpió para decirme:

-¿De verdad me necesitas para salvarte?

-Sí, por supuesto.-sonreí y continue.-If you leave me, I would die…

-No creo que sea para tanto.-rió, ante estas dos últimas frases.

-¿Tú crees? Yo que tú, no me pondría a prueba. No sé qué haría si tú me dejaras.-la abracé, con cuidado. Sentí como si fuera una corriente de aire que se me escapaba de entre los dedos.

-Posiblemente, vivir la vida.

-Pues sí, posiblemente.

-¡Eh!

Recuerdo que se dio la vuelta y me pegó un puñetazo sin fuerza apenas, en el hombro.

-Sabes que sin ti no podría vivir.

-Más te vale, porque si no, te mataré yo misma.

Me llevé la mano al hombro que ella me había golpeado y cerré los ojos. Si me concentraba, podía sentirlo, de nuevo.

No quería admitir lo mucho que la echaba de menos.

Aquella iba a ser una noche muy larga sin ella. Miré su cama vacía, igual que mi corazón ahora.

-¿Y ahora, qué hago?

Como era de suponer, la cama no me contestó.

¿Estaría volviéndome loco, o lo estaba ya? Bueno, estaba loco por ella, eso era cierto. Sonreí en la oscuridad.

Me sentía solo, muy solo. Y pensar que ella estaba a una pared de mí no me reconfortaba. La necesitaba cerca, a mí lado.

Me levanté y apoyé la espalda contra la pared y me dejé caer, sentándome en el suelo. Y, por primera vez en mucho tiempo, una lágrima, corrió por mi mejilla.

[POV Cris]

-Siento lo de antes, Tom. No debí haber sido tan brusca con S.

-No, está bien, tranquila. No te preocupes por eso ahora.

Suspiré.

-Danny tenía pinta de estar destrozado.

-Danny siempre tiene esa pinta.

-Que mala eres,Cris.-rió.

-Déjame, estoy en mi derecho de meterme con él.

Negó con la cabeza, sonriendo.

-Y bueno…¿ahora qué piensas hacer?-me preguntó Harry, el cual se había enterado ya de toda la historia.

-No lo sé.

-¿Quieres quedarte aquí con nosotros esta noche?

-¿De verdad, puedo?

-Claro, juntamos las camas y te ponemos en medio. Así, si Danny intenta algo, te protegeremos.

-Ni que la fuera a asesinar, Harry.

-Sigo pensando que os doy demasiados problemas.

-Eso no es cierto, y lo sabes.

-Nos encanta ayudarte.

Ante esta demostración de afecto, me emocioné en exceso y me puse a llorar.

-Mira lo que has hecho Tom, ¡la has vuelto a hacer llorar! Si es que no puede ser contigo…

-Anda y que te zurzan, tío.

Me eché a reír.

Al rato, ya estábamos los tres tumbados en la cama, hablando sin parar.

-Bueno, ¿habrá que dormir,no?

Harry y yo nos miramos.

-No-dijimos al unísono.

Tom nos fulminó con la mirada.

-¿Qué? Nos gusta llevarte la contraria.

-Ya veo, ya.

-Pero en parte tienes razón, asique vamos, a dormir.

-Vale.

Nos dispusimos a ello. Yo empecé a dar vueltas, inquieta.

Harry empezó a roncar. Uno menos.

-¿Cris, qué te pasa? No paras quieta.

-No encuentro la postura…

-Lo que no encuentras es a Danny.

-Cierto.

-Pues ve con él. Ahora seguro que está solo, deprimido…

-No…no quiero…

-Bueno, pues no pasa nada. Mañana hablarás con él.

-Sí.

Le di la espalda y me puse mirando a Harry.

Ahogue un sollozo.

-Eh, tranquila.

Empezó a pasarme la mano por el brazo. Su contacto me recordaba que no estaba sola, aunque los ronquidos de Harry ya me avisaban de ello.

-Gracias.-le dije.Él siguió acariciándome el brazo.

Pasó el rato y Tom se detuvo.

Me giré para ver por qué había parado y me encontré con que se había dormido. Pobrecito, qué bueno que era. Daba gracias al cielo por tener amigos así.

Pasaba el tiempo y yo no conseguía dormirme.

Me levanté con cuidado para no despertarles.

Estaba harta, pero era la verdad. Necesitaba a Danny. Y siempre volvería a por él. Aunque me repateara ir arrastrándome hacia él como una desesperada.

Me fui hacia la puerta y salí, decidida.

[POV Danny]

Se acabó, no lo aguantaba más.

No podía pasar solo esa noche. Ni esa, ni ninguna.

Esta vez iría yo por ella.

Me levanté y salí de la habitación justo en el momento en el que Cris salía de la habitación de Tom y Harry.

Nos miramos un rato, sin saber qué decir.

-Emm…hola.-comenzó ella.

-Hola.

-¿Qué, tú tampoco puedes dormir?

-No, se ve que no.

-Voy a darme una vuelta a ver si me despejo un poco, ¿quieres venir?

Sonreí. Así que todavía quería mi compañía.

-Claro.

Avancé tras ella a través del pasillo.

Salimos al exterior y la seguí hasta la playa, donde se detuvo para mirar un momento la arena con expresión dubitativa, se quitó los zapatos y siguió andando por ella como si nada.

Me apresuré a quitármelos yo también y la seguí.

Cris se detuvo en la orilla y se quedó allí, de pie.

Me puse detrás de ella.

De pronto, ella se giró y me pegó uno de sus característicos puñetazos en el hombro.

-¡Au! ¿Y ahora qué he hecho?

-¿Qué qué has hecho? Más bien, ¡qué no has hecho!

-Pues vale, entonces, ¿qué no he hecho?

-No lo sé. Bueno, puede que sí…¿tanto te cuesta confiar en mí,Danny?

-Yo confío en ti.

-Entonces no me pondrías en duda.

-No lo hago.

-Sí, sí lo haces. Hoy, sin ir más lejos.

Me quedé callado, mirándola, sin saber bien qué decir.

-¿Cómo pudiste insinuar que yo…yo…tuviera que ver algo con ese chico? Entonces, si con cada fan con el que establo conversación resulta que es un amante… ¿cuántas amantes tienes tú, Danny?

La dejé continuar.

-Me dolió que pensaras por un momento que yo podría estar engañándote, que yo no te quería, cuando bien sabes que yo por ti daría mi vida.

Abrí los ojos desmesuradamente ante esa afirmación. Cris siempre era sincera, esa era una de las tantas cosas que me gustaban de ella. Me estaba hablando con el corazón por delante.

-Eh, te ha salido una rima.

-Pues no lo pretendía.-sonrió.-Y ahora quiero que te aclares, que te sinceres, que digas lo que sientes. Porque estoy confundida. Y no quiero estarlo.

Avancé un paso, pero ella retrocedió otro. Mi intento de acercarme más había fallado.

-Te quiero.

-No me mientas.

-No miento.

-No me digas que me quieres, pues no soy más que un barato y vulgar capricho, ¿verdad?.

-Cris, te equivocas, eso no es verdad. No soy un caprichoso y tú no eres un capricho.

Ella me miraba con ojos inquisidores.

-Daría mi alma al diablo por ti.

-¿Qué alma? Si no tienes.-rió.-Y si la tienes, es mía. Si hace falta, le doy al diablo la mía, pero la tuya es mía, solo mía.

Me estaba empezando a emocionar. Y aunque notaba que ella estaba enfadada, disgustada, ella estaba ahí, como siempre. Dispuesta a todo por mí, a pesar de haberla defraudado.

Intenté agarrarla, pero ella volvió a retroceder.

-Yo te necesito, ¿recuerdas? Te necesito para salvarme.

Ella me seguía mirando, con sus grandes y bonitos ojos, escrutándome, mirando más allá de lo que nadie podría mirare jamás.

-Y si después de esto, no quieres seguir conmigo, lo entenderé. Porque soy un idiota, lo soy y siempre lo he sido. Te mereces algo mejor que yo, alguien que pueda darte lo que yo nunca he podido. Alguien que te haga feliz por, y para siempre. Pero déjame decirte antes que te amo y que…-sollocé-If you leave me…I would die.

Agaché la cabeza para que no me viera llorar.

Entonces, de pronto, sentí sus brazos alrededor de mi cuello, apretándome, no con demasiada fuerza, pero con la suficiente para decir que ella sentía lo mismo.

-No llores,Danny, por favor. Me rompes el alma.-y empezó a llorar ella también.

La abracé por la cintura y ella me abrazó más fuerte, diciéndome con aquel abrazo más que con mil palabras.


Capítulo escrito con ayuda de Susana co-escritora oficial. Sin ella, no habría sabido seguir la historia xDD

martes, 19 de julio de 2011

~Capítulo 21~

Me despertó el sonido como de Tom saltando encima de mi cama.

-¡Tom! ¿Qué haces?-le amonesté.

-¡Vamos a la playa, vamos a la playa!-gritaba sin cesar de saltar.

-¡Para, te vas a dar con el techo o te vas a hacer daño!

En ese momento, se tropezó con una inoportuna pierna de Danny y cayó sobre mí.

-Pues al final no me he hecho daño, caí sobre blandito.-dijo, mirándome a los ojos.

-¡Eh, ¿qué pasa aquí?!-Danny se había despertado y nos había encontrado en esa comprometida situación.

-Pues…

-Verás…yo estaba saltando y…

-¡Aprovechado!-Danny empezó a pegarle con la almohada-¡¿Qué querías hacerme mientras dormía, eh?!¡Depravado!

-¡A ti nada!

-¡Ah, entonces ¿qué querías hacerle a Cris, eh?! ¡Confiesa!

-¡Nada, también! ¡Solo vine a despertaros! ¡Ah, me pega!

-¡Danny, para!-Me metí entre los dos y al final Danny acabó dándome con la almohada a mí.-¡Para, te digo! ¡Para o te comes la almohada!

Paró.

-Y ahora, le vas a pedir perdón a Tom y le vas a dar un abrazo como buenos amigos que sois.

Tom se sentó en una esquina de la cama, fingiendo enfadarse.

-Yo con ese ya no quiero cuentas.

-Anda, pues yo con ese menos.

Les tiré de las orejas a los dos.

-¿Decíais?

-Ven Tom, perdona tío.

-Sí, Danny, la culpa es mía, sí.

Y se dieron un abrazo.

-Eso está mejor.

Alcé la cabeza, complacida.

-¡Corre, ahora!

-¡Qué no escape!

Se tiraron sobre mí.

-¡Ehh! ¿Qué hacéis?

-¡Sujétala, corre!

-¡Parad, me hacéis cosquillas!

-¡Eso es lo que queremos!

-¡Ah, parad!

En ese momento, Harry hizo su mágica aparición.

-¡Harry, por lo que más quieras, ayúdame!-le grité desesperada.-¡Sálvame de estos maníacos!

-¡Vale! ¿Qué tengo que hacer?

-Pues mira, la estamos haciendo cosquillas.

-Yo creía que la estábamos torturando, Danny.

-Ah, es cierto.

-Bueno, sea lo que sea, me uno.

-¡Vale! Sujétala, que se me está soltando por aquí.

-¡No Harry, ayúdame!

Y así fue como Harry me traicionó, pero no se lo tuve en cuenta.

Después de reírme hasta llorar y suplicar hasta reventar, me soltaron. Nos pusimos todos los bañadores y bajamos a desayunar.

Sara y Dougie ya estaban allí, comiendo tostadas con forma de corazón.

Nos dieron arcadas a todos, así que evitamos a toda costa esas tostadas.

Con las toallas al cuello, gafas de sol en los ojos y yo un gran bolso playero, nos encaminamos a la playa.

-¡Ala, mírala qué bonita!

-¡Es preciosa!

-¡Y hay poca gente!

-¡El mar idiota, el mar!

Todos se descalzaron y echaron a andar por la arena, pero yo me quedé de pie, en la calle. Danny se dio cuenta de que no iba a su lado y se giró.

-¡Eh, pero Cris! ¿No vienes?

-Es que… la arena me da repelús. No puedo pisarla.

-¿No puedes o no quieres?

Le saqué la lengua a Tom, que me devolvió el guiño.

-Voy, espera.

Vino hasta mí y me cogió en brazos.

-Vamos, pues.

Le pasé los brazos por el cuello.

-Siento que tengas que cargar conmigo.

-Bueno, me siento como un camello, la verdad.

-Anda ya.-me reí.

Llegamos hasta un sitio cerca del agua y Harry estiró una toalla para que Danny me pudiera dejarme en ella.

Nada más hacerlo, todos se quitaron la ropa y corrieron al agua.

-¡Esperad, echaros crema!-grité, mas me ignoraron.-Bah, allá ellos, que se quemen.

Con cuidado de no pisar la arena, les recogí la ropa que estaba desperdigada por todos lados y las doblé.

Sara vino y se sentó a mi lado para echarse crema.

-Puff, chica, solo me he mojado los pies, ¡pero el agua está que te mueres!

-Yo creía que estaba salada.

Me miró entornando los ojos.

-¿Por qué no te metes?

-Bueno, si eso, ahora…

Los chicos vinieron corriendo e intentaron arrástrame al agua, pero yo les di a Sara y se la llevaron.

-¡Maldita!-oí que me gritaba entre ahogadilla y ahogadilla.

Me quité la ropa y me embadurné bien de crema. No es que me gustara, pero yo tenía la piel muy pálida y con facilidad me quemaba.

Me tumbé a que me diera un poco el sol y a relajarme.

En ello estaba cuando sentí que alguien me cogía de la mano y tiraba.

-¿Qué pasa?-pregunté, mientras me quitaba las gafas.

-¡Vamos, al agua!

-¡No,Danny, suéltame!

-¡Oh, vamos, Cris! ¡Al agua!

-¡No!

-Bueno, vale, pues no vamos al agua…-Respiré tranquila cuando dijo eso.- Pero vamos a hacer otra cosa.

Me cogió en brazos y me depositó en la arena, haciéndome rodar como una croqueta. Como todavía tenía grandes cantidades de crema, se me quedó toda la arena pegada, y verdaderamente parecía una croqueta.

-¡Danny, yo te mato!¡Joder, qué asco!

-Bueno, ahora sí que no tienes excusa, ahora tienes que bañarte sí o sí.

Me cargó a la espalda como un saco de patatas y me llevó hasta el agua.

-¡No, Danny, no! ¡Qué está salada!

-Bua, respuesta incorrecta, búscate otra excusa.

-¡Está fría!

-Compruébalo tú misma.

-¡No!

Me dejó en el agua con suavidad. Me cubría hasta las rodillas.

-¿Qué, como está?

Sonreí.

-No está mal, no.

-¿Ves, desconfiada?

-No soy desconfiada, pero es que cualquiera se fía de ti.

Todos se rieron ante mi comentario.

-Bueno y ahora…¡ahogadillas!

-¡No!-grité y eché a correr.

-¡Qué alguien la atrape!-oí que gritaba Danny.

Me giré para mirar atrás y vi como los cuatro energúmenos me perseguían.

-¡Te tengo!-gritó Dougie mientras daba un salto con los brazos por delante e intentaba atraparme. Pero yo giré a la izquierda y se dio un planchazo contra una ola, perdiéndose a sí mismo. Sara se levantó y fue corriendo a ayudarle a encontrarse.

Ya solo quedaban tres.

Harry se tropezó con una concha y mordió el polvo.

Quedaba dos, y qué dos.

-¡Mía!-gritó Tom, mientras me enganchaba de una pierna y mordía yo esta vez el polvo.

-¿Cómo que tuya? Yo creía que era mía.

-¡Eh, haya paz entre los dos!-grité.

Entonces me cogieron y se pusieron a hacerme ahogadillas entre los dos. Después, me cogieron y empezaron a lanzarme entre ellos, cual pelota.

-¡Ah!

-¡Cógela!

-¡Qué se me cae!

-¡Cógela, por tú vida, Tom!

-¡La tengo!¡Ah, se me escurre!

-¡Bien, pásamela!

-¡Toma!

Después de un rato, pararon.

-Oye Tom, ¿y si te vas a hacer castillitos de arena?-le sugerí.

-Eh, no es mala idea. Voy a ello.

Y se salió a cumplir la que ahora era su meta en la vida.

-Nos hemos quedado solos.

-Lo sé, Danny.

Me agarró de la cintura.

-Eh, alto vaquero.

-Hum.

-¿Por qué no vas por mi toalla? Tengo frío.

-Yo te caliento.

-Mi toalla,gracias.

-¡Jo! Vale, ya voy por ella.

Le di un rápido beso y lo vi alejarse.

Me di la vuelta y una ola me dio en la cara. Ese no fue el problema .El problema fue que me dio en la cara un flotador en forma de patito y se me puso en la cabeza, y no sabía cómo pero me estaba ahogando.

-¡Socorro!-grité, mientras le daba manotazos al pato para librarme de él. Luché a muerte, encarnizadamente, pero finalmente el maldito pato me ganó la partida.

Sentí unos brazos que me asían con fuerza y me sacaban del agua.

¿Danny? No, me agarran con demasiada fuerza como para ser él.

Sentí que me depositaban en la arena. ¡No, con lo que yo la odiaba!

Unas manos me apretaban con fuerza el pecho.

Entorné los ojos. No, no era Danny, pero podía verle a mi lado, como a los demás.

¿Entonces,quién…?

Sentí como unos labios, suaves y frescos a pesar del calor, se posaban en los míos, salados y húmedos.

No eran los de Danny.

¿Entonces,quién…?

De pronto, empecé a toser y escupí algo de agua.

-¡Muy bien, así se hace!

Me llevé las manos a la cabeza, estaba algo mareada.

-¿Qué…?

Entonces le vi. Era Jensen. Había sido él todo ese tiempo.

Miré Danny, en su cara se cruzaban varios sentimientos, entre los cuales estaba el susto y…¿los celos? No, eso no sería.

-¿Estás bien?-oí que me preguntaba Danny mientras me abrazaba- No debí haberte dejado sola.

-No te martirices, Danny, que la culpa fue del pato.-le dije.

El pato flotador, que ahora estaba en la orilla, deshinchándose, víctima de un rastrillazo bien dando procedente de un autor desconocido.

-Gracias chico-oí que decía mi prima- Si no llega a ser por ti, mi prima hubiera muerto.

-Vamos, no creo que tanto, ¿eh? Solo se había desmayado, nada más.

-Igualmente, no te quites méritos.

-Bueno, sea como sea, ahora debería ir de vuelta al hotel a descansar.

-¿Qué?-se quejó Sara-¡Pero si acabamos de venir!

-Bueno, a mí no me cuesta ningún trabajo acompañarla…-dijo Jensen.

-No-le interrumpió Danny- Si aquí alguien tienen que acompañarla, ese seré yo, que por algo soy su novio.

Jensen levantó las manos, como si fueran a dispararle.

-Danny, si aún quieres quedarte aquí, a mí no me importa que me acompañe él.-le dije. Estaba cansada de que no me pidieran mi opinión al respecto.

Me fulminó con la mirada.

¿Pero y este quién se creía?

-No Cris, vamos todos.-dijo Tom.

-Como queráis.

Intenté levantarme y Danny y Jensen corrieron a ayudarme. No les dije nada.

Eché a andar y me tambalee un poco, a lo que Danny intentó cogerme en brazos. Lo aparté, con rabia.

-¡Puedo sola!-le dije.

-Pero si era para que no pisaras la arena…

-Ya no me importa la arena.

Llegamos al hotel y fuimos a nuestras habitaciones.

Jensen nos siguió hasta la nuestra y cuando entré en la mía, fue dispuesto a entrar también, pero Danny le detuvo.

-Tú trabajo acaba aquí, chico. A partir de ahora, me encargo yo.

-Danny, no seas borde.-le repliqué.

-Cris, estoy cinco habitaciones más allá por si necesitas algo, ¿vale? Y…- Danny le cerró la puerta en las narices.

-¿Por qué has hecho eso?

-Porque no se callaba.

-¡Él solo quería ayudar!

-¿Por qué sales en su defensa?

-¿Por qué estamos discutiendo?

-Deberías haberte visto la cara cuando te besó.

-¿Qué? Lástima que no la haya podido ver…¿sabes por qué? ¡Porque me había medio ahogao!

-Ya, pues yo si la vi.

-¿Y?

-Pues eso.¿Te gustó?

-Asique es eso, ¿eh? ¿Estás celoso o qué, Danny?

Se me quedó mirando.

-Vamos, eso es patético.

-¿Entonces, qué te pasa?

-Que te juntas mucho con ese tío…

-¿Perdona? ¡Me lo encontré ayer y hoy me ha ayudado!¡Ya está!

-¿Y los días que estemos aquí, volverás a quedar con él?

-¿Pero qué estás diciendo, Danny? ¡Mira, ya me tienes harta!-me dirigí hacia mi maleta y cogí algo de ropa para cambiarme.

-¿Qué haces?-preguntó, al ver que me dirigía hacia la puerta.

-Me voy.

-¿A dónde?

-¿Y a ti qué te importa? Ya te lo he dicho…¡me tienes harta, ya no te soporto más!

-¡Pues ale, vete!

-¡Pues eso hago, me voy!

-¡Pues vete ya y cállate!

-¡Pues ya me voy y cállate tú, idiota!

Y cerré de un portazo para no escuchar su estúpida voz.

En aquellos momentos, me quedé sola en el pasillo. Solo me apetecía hablar con una persona.

Miré nuestra puerta y conté cinco más. Esa era la de Jensen. Di un paso hacia ella. ¿Pero qué estaba haciendo? Era idiota. Negué con la cabeza. Con él no era con quién quería hablar.

Llamé a la puerta.

Tom me abrió, y me vio con los ojos anegados en lágrimas y empapada.

-¿Pero Cris, qué te…?

-Es Danny, nos hemos peleado. Y ahora, me he quedado sin ropa y sin lugar para dormir… y lo que es peor…-sollocé- creo que hasta me he quedado sin novio.


Este capítulo se escribió con ayuda de Susana (:

miércoles, 13 de julio de 2011

~Capítulo 20~

Llegamos al hotel.

Sara y yo nos lo quedamos mirando, ilusionadas.

-¿Qué, os gusta?-nos preguntaron.

-A mí me gusta estar contigo Danny, no importa dónde.

Todos soltaron un prolongado “¡oh!”.

Entramos, emocionados perdidos.

Nos dieron la llave de las habitaciones y subimos corriendo.

-Jo,tíos, yo no sé si es coincidencia o no, pero nos han dado en la tercera planta.

-Bah, qué más da.

Llegamos, finalmente, a las habitaciones.

-Haber, hay tres. Yo duermo con Cris.

Me abracé a Danny, mientras sonreía.

-Yo y Sara, no hay duda.-dijo Dougie.

-¡No me jodais! ¿Por qué tengo que dormir yo con Harry?-preguntó Tom.

-¿Y por qué tengo yo que dormir contigo, eh, Tom?

Se miraron entre ellos con odio fingido, mas luego se fundieron en un abrazo.

-Quizá no debamos dejarles solos en una habitación…

-Sí, es verdad…

Nos fulminaron a todos con la mirada.

-Bueno, que nosotros nos metemos dentro.¡Adiós!

Danny me pasó un brazo por las rodillas y me aupó.

Yo reí cual colegiala.

-Pero que empalagosos que sois.

Le solté una patada a Tom, que la esquivó ágilmente.

Entramos en la habitación y la observamos.

Dos camas, una mesa, dos sillas, una televisión, un baño y una terraza.

Bueno, no estaba mal.

Danny se tiró sobre la cama que tenía más cerca, conmigo aún en brazos.

-¿Qué te parece,eh? ¿Qué es lo que más te gusta?

Me giré y le puse el dedo en la punta de la nariz.

-Esto.

-¿Mi nariz? Mira que tienes gustos raros, ¿eh?

Reí.

-¡Me refería a ti!

-Ya, si lo sé. Me gusta hacerte de rabiar.

Le abracé.

-No me puedo creer que esté aquí, contigo.

-Pues créetelo, porque es la verdad.

-¡Quiero mi maleta!-gritó Tom, desde la habitación de al lado.

Se oyó el sonido de algo pesado impactando contra el suelo.

-¡Toma tu maleta!

-¡Has tirado mi maleta, ahora ya no la quiero!

-Estos algún día se van a matar.

-Bah, déjales. Son felices.

Me estiré cual larga era y me di la vuelta, con tan mala suerte que me caí al suelo desde la cama.

-¡Ah!

-¿Estás bien?

-Que caída más tonta.

-Si es que estas camas son demasiado pequeñas.

-Sí, y encima están separadas.-observé.

-¡Vamos a juntarlas!-dijo Danny, emocionado.

-¡Sí,vamos!

Me dispuse a empujar la mía hacia la suya, pero no se movía.

-Danny, esto no funciona.

-¿Seguro?

-Bueno, es que yo no destaco precisamente por mi fuerza.

-Lo sé.

-¡Encima!-me reí.

-Venga, que te ayudo.

Se colocó detrás de mí.

-Empujemos a la de 3…2…1…

En ese momento, entró Dougie, misteriosamente, en la habitación.

-¡¿Qué?!¡¿Pero qué hacéis, marranos?!¡Os dejamos solos y nos venís con estas!

-Oye Dougie, que no, que…

-Sí tío, que mira que estábamos…

-¡Ya, ya, excusas!¡Os he pillado!

Sara irrumpió en la escena.

-Doug, ¿qué pasa, por qué gritas?

-Ah,no, por nada, porque he entrado y me encontrado a estos dos así…-representó la escena.

Sara rió.

-¿Por qué no os habéis traído mi cartel?-preguntó.

-Pero…

-Sí que nos lo hemos traído.-respondió Danny, que se echó a reír.-Yo me ocupé personalmente de traerlo.

Me quedé titubeando.

Entonces, Harry y Tom hicieron acto de presencia, también.

Dougie les explicó lo mismo que a Sara.

-No se os puede sacar de casa.

-Eso,eso.

-Pero chicos, que solo estábamos intentando juntar las camas, nada más.

-Sí,ya.Claro.

Nos quedamos en silencio y al final, me eché a reír.

-Vale, sí, lo que vosotros digáis.-me rendí.

Todos sonrieron.

-¿Cuándo sirven aquí la cena?-preguntó Dougie.

-Pues…como que ya…¿no?

-Jo, echo de menos cocinar.

-Eres un cocinero compulsivo,Tom.-le dije.

Me sonrió.

-Bueno, pues, vámonos abajo a cenar,¿no?

-Sí,vamos.

Salimos al pasillo y empezamos a empujarnos unos a otros.

-¿Por qué nos empujamos?

Al no encontrar respuesta, nos reímos.

Cuál fue nuestra sorpresa al ver que había un buffet.

Sara y yo nos cogimos un plato con dos cosas y nos fuimos a sentar a una mesa. Al rato, aparecieron los chicos con al menos tres platos cada uno.

-¿Os vais a comer todo eso?-pregunté, sorprendida.

-Sí, ¡y aún queda el postre!-me respondió Dougie.

Sara y yo acabamos pronto y nos entretuvimos charlando.

-Oíd, chicas, ¿y si vais y miráis que hay de postre? Quiero saberlo.

-Dougie y sus postres.Vamos,Sara, vamos a ver.-la dije, mientras me levantaba.

-Sí,vamos.

Nos cogimos del brazo y nos dirigimos a recopilar información sobre los postres para Dougie.

La mesa de los postres era infinitamente larga.

-Creo que terminamos antes si tú empiezas desde una punta y yo desde otra.

-Tienes razón,S. Yo voy a la izquierda.

-De acuerdo, te veo en el medio.

Me reí ante tal tontería.

Estaba enfrascada intentando descifrar qué era cada cosa cuando, sin querer, me tropecé con alguien.

-Oh, excuse me.

Me giré para mirar. Era un chico, cuya cara me resultaba familiar.

-No ha sido nada, mujer. ¿Nos conocemos de antes? Tú cara me suena.

-Emm…no, creo que no.

-Espera…sí, ya sé quién eres.

-¿Ah,sí?

-Sí, hace unas horas te echaste conmigo una foto en el aeropuerto,¿recuerdas?

-¡Ah, es verdad, eres el chico de las gafas! Solo…que ahora no las llevas. Y antes me hablaste en inglés.

-Porque no sabía en qué idioma hablabas.

-Que considerado de tú parte, gracias.¿Y qué hacías allí?¿Eres fan de McFly?

-Sí,bueno, más bien no…-se pasó la mano por el pelo, nervioso- Soy fan de ti.

-¿Qué?-dije, sonriendo.

El chico asintió, mirando al suelo.

-Entonces…sabías desde un principio quién era.

-Por supuesto.

Me reí.

-No me puedo creer que tenga un fan.

El chico sonrió.

-Tienes más de uno, créeme.

-Pero, ¿cómo? Quiero decir…tenéis que estar muy locos para ser fan de mí.

El chico rió.

-¿Por qué?

-Yo, personalmente, no sería fan mía.

Volvió a reír.

-Eres más maja en persona.

-Vaya,gracias.Y…¿cómo sabe la gente que existo? Si yo vivo en el anonimato.

-¿Estás de broma,no? Hay un montón de fotos tuyas con McFly en internet.

-¿Qué?

Se encogió de hombros.

-La gente sabe donde vivís y…¿quién sabe? Alomejor son tus propios vecinos los que sacan las fotos.

-Que miedo.

Rió.

-No mujer, no tienes por qué tenerlo…

-Eso lo dirás tú, que no tienes vecinos paparazzis.

Volvió a reír.

Miré por encima de su hombro y vi que todos los chicos de la mesa me estaban mirando.Miedo.El chico también se giró.

-Me temo que reclaman tú presencia.

-Sí, eso creo.

-Bueno, dado que solo vine porque has venido aquí, creo que volveremos a vernos.

-Estoy totalmente sorprendida.

Sonrió.

-No me he presentado, soy Jensen.

-Encantada, Jensen. Supongo que no hace falta que diga quién soy yo. Lo sabes mejor que yo misma.

-Sí.

-Bueno,me voy.

-Adiós.

Le bordee por la izquierda y me fui a sentar al lado de Danny, en el más solemne silencio.

-¿Qué, Cris y ese tío quién era?

-¿Y qué quería?

-Pues era el mismo chico que me dijo que me hiciera una foto con él en el aeropuerto.

-¿Cuál de todos los que te lo dijeron?

-El primero, exagerados.

-¿Y bueno, qué quería?

-Decirme que era fan de mí.

-Eso ya nos lo olíamos.¿Qué más?

-Dijo que está aquí porque se enteró que nosotros veníamos y quería verme.

-Entonces no te quitaré la vista de encima.

-Tranquilo,Danny, que yo solo tengo ojos para ti. O en todo caso, para Harry.

Nos reímos.

-Uh, lo que me ha dicho.

Le agarré la mano que tenía puesta encima de la mesa.

-Te quiero.

-Y yo.

-Haber, que estamos comiendo, no nos apetece potar ahora…

-Eso, si os ponéis zalameros, os subís arriba y ponéis el cartelito en la puerta…

-Menudos que sois vosotros.-les dije.

Terminaron de cenar y salimos fuera.

-¡Eh! Aquí hay una bolera, ¿vamos?

-Pero hay playa.

-Pues vamos mañana.

-Vale.

-¡A la bolera!

-¡Sí!

Entramos en ella.

-Haber, Sara, tira tú primero.

-Vale.

Tiró cuatro bolos.

-¡Sí!

-Oh, mi niña, cuantos ha tirado.

Sara y Dougie empezaron a comerse a besos ahí.

-Bueno,Cris, ahora tira tú.

-Vale.

Me dirigí a coger la bola, pero no podía.Todas eran demasiado pesadas.

-¡Esto pesa mucho!

Todos estaban rodando por el suelo, destornillándose de risa.

Un buen hombre que por allí pasaba me dio una cosa que le ponían a los niños pequeños para que pudieran tirar.

Todos se seguían riendo de mí.

Apunté, tiré y bum, los tiré todos. Dejaron de reírse.

-¿Qué, y ahora qué, eh?¿Qué tenéis que decir?

-Que haber si la próxima vez lo haces sin la cosa esa.

-Bah.

En uno de los tiros, Tom se escurrió, bueno, fue empujado y rodó un rato por la pista. Harry se entretuvo quitándole a los demás las bolas de menos peso para que yo pudiera tirarlas, Sara y Dougie se comían los morros en un rincón, Danny soplaba a la bola para que avanzara, ya que se le había quedado atascada en mitad de la pista y yo les miraba.

-Bah, paso.-dijo Danny, harto de soplar.

Dejó la bola ahí y se acercó a mí.

Abrí los brazos para recibirle y se los pasé por el cuello.

-Vamos arriba.-me susurró al oído.

-Vamos.-le respondí.

Se dio la vuelta.

-¿Quieres ir a caballito?

-Yo nunca digo que no a algo así.

Me subí encima.

-Bien, vamos.

-¡Al galope!

-Tampoco hace falta ir tan rápido.

-Pero es que yo quiero ir así.

-Que raros que sois los hombres.

-Mira quién fue a hablar…

Le di unos golpecitos en el costado con el talón.

-Anda, calla y arre.

-¡Eh!¿Adónde vais?

-Déjales Tom, que van a lo que van.

Llegamos a la habitación y me tiré sobre las camas, que, con ayuda de todos, habíamos conseguido juntarlas.

Estaba encima de mí cuando se levantó corriendo.

-¿Adónde vas?

Me reí al ver que salía afuera y entraba de nuevo.

-¿No habrás puesto el cartelito,no?

-No- y asintió con la cabeza.

Me reí.

Cogió carrerilla y se tiró encima.

-Party hard.-le dije.

-Sí.¡Bien!