viernes, 17 de junio de 2011

~Capítulo 2~

Decidí que, como no era muy tarde, llamaría a Virgi para contarle lo del chico misterioso.

-¿Sí, tía? ¿Y te dio una entrada?

-Que sí, Virgi, que me la dio…

-¡Qué cosa más fuerte!

Esta era la octava vez que la contaba la historia y esta era la octava vez que ella me decía “¡Qué cosa más fuerte!”.

-¡Podrás ir al concierto conmigo! Y así no iré sola.

-Pero es que no me sé ninguna canción ni nada, Vir.

-Ni falta que hace. En cuanto los veas, caerás redonda de amor por ellos y por su música…

-Cuando te pones así, no me gusta.

Ella se rió.

-Lo hago por eso.

-El mundo contra mí…

-y tú pierdes.

-Gracias por recordarme mi suerte.

-¿Te recuerdo que un guaperas te regaló una entrada para ver a los cuatro chicos más hot del momento?

Gruñí.

-Bueno, te dejo ya, que tengo que hacerme una tila…

-¿Una tila para qué?

-¡Porque estoy muy nerviosa!¡Voy a ver a McFly mañana, tía!

La colgué, porque me tenía frita. Y ahora, encima, por culpa del chico ese tenía que ir con ella al súper concierto ese. Pues vaya. Más que un favor, ese chico me había dado un castigo.

Casi sin darme cuenta, llegó la hora de irse al concierto. A las cinco menos cuarto, Vir y yo ya estábamos esperando en la cola para entrar.

-Pero Vir, no entiendo una cosa…¿Si la apertura de puertas es a las 18:00, por qué tenemos que estar tan pronto?

-Cris, cariño, a veces no sé si tienes un infarto cerebral o no…

-Bah, da igual, déjalo. Pero…¿también tengo que ver a La Musicalité, a Pol 3.14, al Dr. Pitangu y todos los demás?

- Tss, sí.

Maldecí para mis adentros al chico de ayer.

Después de mucho esperar, conseguimos entrar.

Había visto muchas veces el Palacio de los Deportes de mi ventana, pero nunca lo había visto por dentro.

Le enseñamos las entradas a una chica de allí.

-¡Vaya, menudos sitios! Sois muy afortunadas.

-¡Síiii!-gritó Vir.

Yo me limité a estamparme con una puerta de cristal.

Nos guiaron hasta justamente enfrente del escenario.

-¿Aquí?- pregunté, con miedo. No fuera a ser que uno se resbalara y se me cayera encima.

-Sí, es aquí. Normalmente no dejamos usar estos sitios, pero…

-Vale, vale.

Mi amiga estaba que se moría.

La chica se rió (supongo que de nosotras) y se fue.

Le dí un codazo a Vir.

-Desmáyate para que podamos irnos de aquí.

Ella me pellizcó.

-Eso es lo que tú quieres.

-Lo sé.

Pasaron los ratos y apareció la La Musicalité.

No es que no me gustaran, pero tampoco me apasionaban.

Quería dormir, pero allí no podía.

Recordaba al chico de ayer… no sé para qué quería que viniera. Como McFly fueran como estos, eran un chasco, por no decir palabras mayores.

Los grupos fueron pasando… y yo me aburría cada vez más.

Con el gurpo You Don´t Know Me, Virgi me gritó.

-¿Qué, Cris? ¿Te lo estás pasando bien?

¿La mentía o la decía la verdad?

-¡Es lo mejor que me ha pasado en la vida!

Sí, la había mentido. Si lo que no se haga por amistad, no se hace…

Esste grupo acabó y un tío con greñas salió a decir que McFly saldría de un momento a otro.

-Uy, que emoción más grande…- dije con tono aburrido. (¡Porque estaba aburrida!)

-¿Decías algo, Cris?

-¿Emm,yo, decir? No, yo nunca.

Pasó un rato más largo… y se apagaron las luces.

El Palacio de los Deportes se vino arriba, todos gritando y saltando.

Yo solo quería salir de allí y dormir y puede que partirle las piernas al chico que me dio la entrada.

Entonces, cuatro chicos saltaron al escenario mientras se oí un “Ohhhh” muy fuerte y las luces se encendían.

Fue entonces, cuando le ví. Abrí los ojos desmesuradamente, dejé de respirar y me apoyé en la barandilla que tenía detrás.

Virgi estaba gritando a pleno pulmón.

-¡Danny, Danny!

¿Danny, estaba gritando Danny?

Se dio cuenta de mi estado.

-¡Pero Cris! ¿Qué te pasa?

La agarré del brazo.

-¡Virginia, ese tío – señalé a Danny- ese es el tío que me dio la entrada anoche!

Vir miró a Danny después a mí, a Danny, a mí, a Danny… a Danny otra vez y finalmente a mí.

-¡¿QUÉ AYER ESTUVISTE CON DANNY JONES?!- me gritó con voz de oso.- ¡¿Y NO ME DIJISTE NADA?!

-¿Y yo qué sabía?

-¡TÍA JODER, QUE ES DANNY!

-Por mí como si es Paco, coñéz…

-Por tu culpa, no escucho Party Girl.

-Y a mi qué…

Me había enfadado. ¿Y qué culpa tengo yo que ese tío de ayer fuera su ídolo más preciado? Si ella se encontrase con Homer por la calle, yo me alegraría por ella.

-Tía…- pero mira que puede ser pesada Vir con eso de “tía”- ¿Qué le pasa a Danny? No para de mirar de un lado a otro.

-A lo mejor le ha dado un infarto cerebral.

Vir me pegó una colleja por hablar mal de su Dios.

-Au.

En ese momento, se encendieron unos focos y nos dieron en la cara a nosotras. Me puse la mano en la frente para ver algo y ví a Danny, mirando hacia nuestro sitio.

Por hacer algo, decidí saludarle con la mano, haber si nos veía y conseguía que viera a Vir, se casaran o algo y se fueran a vivir a un iglú.

Entonces, Danny me vio, sonrió y agitó la mano, saludándome.

2 comentarios: