sábado, 25 de junio de 2011

~Capítulo 12~

Me desperté.

Estaba en mi cama.

La foto de Danny y yo me miraba.

-Pero… ¿qué…?-dije, mientras me incorporaba.

Me destapé. Todavía tenía el vestido puesto.

Hice memoria. Lo último que recordaba era estar tumbada con Danny… y nada más. Decidí ir a preguntarle a Sara.

-¿Sara?

No me contestó.

La puerta de su cuarto estaba cerrada.

La abrí.

-Oye Sara, ¿sabes…?- me callé.

Dentro estaban Sara y Dougie, este sentado sobre la cama de ella, la cual tenía la cabeza apoyada sobre su hombro y le rodeaba con sus brazos.

Creo que me había perdido muchas cosas.

-Em…hola.

Los dos giraron la cabeza y me miraron.

-¡Ah, buenos días Cris! ¿Ya te has despertado?

-Lógico S, sino, no estaría aquí.

Doug rió.

-Oye… ¿sabes por qué sigo con el vestido puesto? No me acuerdo.

-Uy… ¿qué harías ayer para no acordarte de nada, eh?

Gruñí a Dougie.

-Pues… te quedaste dormida y Danny te trajo en brazos.

-¿Qué Danny hizo qué?

-Sí…¡bien dormida que venias!

-Le dije que te subiera arriba, lo hizo y se fue.

-Ah… ¿y qué hay de vosotros?

-¿Nosotros? Bien, gracias.

-Bah, no hay quien os entienda. Quiero bañarme en la piscina.

-Pues hazlo. Ya la eché yo hace días el cloro y eso.

-Bien, bueno… ahí os dejo…con vuestras cosas.

Cerré la puerta y me fui a mi cuarto.

Me puse un bañador, unos pantalones cortos vaqueros, una camiseta blanca ancha y me hice una coleta alta.

Bajé a desayunar, pero no tenía hambre, asique me senté a beberme un vaso de leche. Al rato, Dougie bajó también a buscar un zumo.

Yo estaba mirando una pared, intentando contar cuantos puntitos tenía el gotéele.

-¡Eh, Cris! ¿En qué piensas?

-Hum…

-Oh, vamos, sabes que puedes contármelo.-dijo, sentándose a mi lado.

-No es nada, solo que…

-¿Qué?

-No me puedo creer que un hombre como Danny esté soltero.

Bebió un trago del zumo.

-Antes, no lo estaba. Salía con Georgia Horsley, ¿te suena?

Negué con la cabeza.

-Es miss Inglaterra.

-¡Ah!

-La dejó nada más volver de Brasil.

-¿Por qué?

-No sé, pero alomejor eso te da que pensar.

-Hum. Gracias por escucharme.

-No hay por qué darlas.

Le abracé.

-¿Os venís luego a la piscina?

-Sí, ¿por qué no? Voy a preguntarle a S.

Y se subió arriba.

Cogí la toalla que había dejado en una silla y salí al jardín. Allí vi a Harry, que estaba regando el jardín y de paso, a los enanitos.

Me acerqué al muro que nos separaba y me apoyé en el.

-¡Eh, Harry! Buenos días.

Harry se dio la vuelta y me vio. Se acercó también al muro.

-Buenos días, Cris. ¿Qué tal? ¿Qué tal ayer?

-Bien, muy bien- dije, sonriendo.

-Uy, esa sonrisilla…

-¡Harry!-dije, mientras le atizaba en el brazo.-No saques conclusiones que no son.

-¿Y cómo sabes en qué estaba pensando?

-Eres previsible.

-¡Oh, vaya! ¡Ahora el previsible soy yo!

-Sí- sonreí.-¿Y Tom?

-Está con Gio.

-¿Gio?

-Giovanna.

-Creo que no te sigo, Harry…

-Es su prometida.

-¿Sí? ¡Contra! Que callado se lo tenía. Eso no lo sabía yo.

-Pues… ya ves. Y… ¿qué vas a hacer ahora?

-Me iba a bañar en la piscina, ¿quieres unirte?

-Claro, en cuanto termine de arreglar el jardín. Que mucho dice Tom que lo cuida él, pero todo es mentira. Siempre me toca a mí.

-Bueno, pues otro día que tengas que hacer de jardinero, me llamas y te ayudo en esta peligrosa empresa, para que no te sientas solo.

-¿De verdad?

Sonreí.

-¡Claro! Será divertido. Oye, ¿y Danny?

-Mucho tardabas en preguntar por él…

Le enseñé los dientes.

-Está arriba, durmiendo.

-¿Qué, a estas horas?

Asintió.

-Ve a despertarle si quieres.

-¿Yo?

Rió.

-Sí, tú. Seguro que le hace ilusión.

-Sí, iré. Para que también se bañe con nosotros.

Enarcó las cejas.

-Tú lo que quieres es verlo en bañador, ¿eh, eh?

Le pegué de nuevo en el brazo, esta vez con más fuerza.

-¿Qué te tengo dicho de las conclusiones precipitadas?

Sonrió.

-Lo seguiré haciendo, siempre.

-Tú verás lo que haces con tú vida…-dije, mientras salía de mi casa y entraba en la suya. Pasé a su lado y no le miré. Paré enfrente de la puerta y me giré para preguntarle algo.

-Oye…

En ese momento, Harry me apuntó con la manguera y me mojó.

-¡Harry, basta, que me ahogo!

Este no paraba de reírse.

-Toma, mi venganza.

-Tampoco me has mojado tanto. Solo me has medio rozado.

Me volvió a apuntar con ella.

-¡No, vale, vale, para!-dije, intentando detener con mis manos el agua. Eché a correr para huir de Harry y su manguera, pero este corrió a perseguirme. Finalmente, conseguí quitársela y empaparle a él.

-Eres mala.

-Pues ya sabes. Ala, me voy a despertar a Danny. ¿Cómo le encuentro?

-Tú sigue los ronquidos y le encontrarás.

-Danny no ronca, Harry.

-¿Y cómo sabes eso, eh, eh? ¿Cuándo has dormido con él, eh, eh?

Le di un pisotón y entré en la casa.

Lo primero de todo, subí las escaleras. Me encontré en un pasillo. Deduje que tenía que ser la puerta que estaba cerrada.

Acerté.

Abrí la puerta y ahí estaba, Danny. Estaba hecho un cuatro, enredado en las sábanas de la cama. Me acerqué cuidadosamente y, cuando estuve lo suficientemente cerca, salté sobre él.

-¡Ahhhhh!-gritó.

Me reí a carcajadas mientras Danny se incorporaba.

-¡Cris! ¿Pero qué…?

-Quería que sintieras lo mismo que sentí yo cuando mandaste a Dougie a despertarme.

-Eres vengativa.

Le puse la mejor de mis sonrisas.

-Solo cuando me conviene. Pero bueno, ¡buenos días!

Sonrió.

-Desde luego, ha sido toda una sorpresa…buenos días, sí.

Me reí.

-¿Qué pasa?

-No sabía que tenías unos rizos tan rebeldes.

-Siempre que me levanto, los tengo así.

Me acerqué e intenté domarlos un poco con las manos.

-Bueno, ahora están mejor.

-Gracias.

Sonreí.

-¡Eh, estás mojada!

-¡Ah! Eso… es que a Harry le ha parecido gracioso perseguirme por el jardín con la manguera.

-Este Harry…

-Pero conseguí quitársela y empaparle.

-Esa es mi chica.

La sonrisa se me quitó de la cara. No sabía qué decir ahora.

-Emm, nos vamos a bañar todos en nuestra piscina. ¿Quieres apuntarte? Podemos hacer ahogadillas a Dougie.

-¡Claro!

-¿Quieres desayunar algo antes? Puedo hacerte algo.

-Espera- me puso la mano en la frente, tomándome la temperatura- ¿Tienes fiebre o algo? ¿Me vas a hacer tú a mí el desayuno?

Le quité la mano de mi frente.

-Quizá no lo sepas, pero algunas veces, los amigos hacen eso.

-Los amigos…sí.

-Es mi modo de agradecértelo por lo de ayer.

-Sabes que no fue nada.

-Sí, sí que lo fue. Y lamento haberme quedado dormida… siempre lo chafo todo.

-No tiene importancia.-me sonrió.- Así pude llevarte en brazos y hacerme el Hércules.

-¡Anda ya! Bueno, voy a ver que hay abajo.

-No trabajes demasiado.

-Tranquilo.

-Unas tostadas serán suficientes.

-Oído cocina.

Salí por la puerta y bajé abajo.

Al rato, quizá porque había terminado de vestirse, o atraído por el olor de las tostadas, Danny bajó también.

Le esperaban unas tostadas, un café y hasta un zumo de naranja exprimido.

-¡Oh!-se echó las manos a la cara- Ni Tom me hace unos desayunos tan buenos.

-Me parece increíble que allí en mi casa me preparara un mísero tazón de cereales y a ti, mira…

-Eso es porque yo soy especial.

-Será…

-¡Gracias!

Abrimos los dos los brazos y nos dimos un abrazo.

Desayunó, le metimos a Tom los platos en el lavavajillas y salimos fuera. En ese momento, Harry entraba dentro.

-¡Eh, no os bañéis sin mí, ¿eh?! Voy a ponerme el bañador.

Y entró dentro.

-Que se cree este que le vamos a esperar- me susurró Danny.

Me reí.

Fuimos a la piscina.

-¿Cómo crees que estará el agua?-pregunté, mientras la intentaba tocar con el pie.

-Húmeda.

-¡Danny! Me refería a si fría o caliente…

-Pues…ahora mismo lo descubrirás.

Me levantó del suelo.

-¡Danny, no!¡Ni se te ocurr…!

Antes de que pudiera acabar la frase, me tiró a la piscina.

Cuando saqué la cabeza del agua, Danny se estaba destornillando de risa en el césped.

-¡Depravado!

-Jajaja, si vieras la cara que has puesto cuando…jajajaja.

-¿No te podías haber esperado a que me quitara la ropa?

-Es que si no pierde su gracia.

Le tiré mi camiseta mojada a la cara. Acerté de pleno.

-Pues ahora la tiendes.

-Vale.

Dougie y Sara hicieron su aparecieron.

-¿Qué pasa aquí?

Le tiré también mis pantalones a Danny.

-Tiéndelos también.

-Sí.

-Jajajaja-rió Dougie- Nunca pensé que Danny supiera tender. Veo que el amor cambia muchas cosas.

Salpiqué a Dougie desde dentro.

-Tú calla.

Entonces, Sara le empujó y cayó al agua.

-Trabajo en equipo.

-Sí…¡todos contra Dougie!

Este sacó la cabeza del agua.

-¿Qué?

Sara también se tiró al agua y nos subimos encima de Dougie.

-Ahora entiendo cómo se sintió el Titanic en sus últimas horas.

-¡Tú eres tonto!

Entonces, Danny se tiró también dentro.

-¡Ahhh, qué fría está!

Me acerqué nadando hasta él.

-¿Os podéis creer que no hago pie?-dije.

-¿Qué?-dijeron todos.

-Pues eso, que no hago pie.

-Pues yo sí.-volvieron a decir todos.

-¿Haber, por dónde te llega el agua…?

Me hundí. El agua me llegaba por la frente.

-¡Pues es verdad que no haces pie, Jajaja!

-Que desdicha la mía…ya estoy empezando a cansarme de chapotear para no hundirme.

-Trae…- Danny me agarró- Pon tus pies sobre los míos.

Lo hice.

-¡Ya no me ahogo!

-¡Bien!

Todos aplaudimos.

Me di la vuelta para observar a los demás y Danny me pasó los brazos por la cintura.

Bien.

-¡Eh! Os dije que nos os bañarais sin mí…

-Tranquilo Harry, que te estamos esperando.

Harry se metió también.

Jugamos al tiburón, a hacernos los muertos, a hacer burbujitas, a los combates y a pasarnos a Dougie los unos a los otros.

Tanto jugamos que se nos pasó la hora de comer.

-Eh, ¿pero qué hacéis vosotros?

-¡Tom!-gritamos todos.

Tom se asomaba por el muro.

-Llevamos aquí desde por la mañana.

-¿Sí, tanto?

Asentimos.

-Os vais a arrugar como pasas.

Todos nos miramos las manos.

-¡Ala, es verdad!

-Parecemos ancianos.

-Vamos a salirnos ya.

-Sí, vamos.

-¡Eh Tom! Vente a tomar el sol con nosotros.

-No que me quemo.

-¿Eres un gallina, Tom?

Tom saltó el muro.

-¿Decías, Harry?

-Que vamos a tomar el sol, Tom.

Todos nos tumbamos en el césped.

Cuando nos secamos, decidimos meternos en casa.

-¡Vamos a cenar todos juntos, otra vez!

-¡Sí, vamos!

-¿Cenamos en bañador? ¡Esto no es una cena seria!

-¡Ninguno de nosotros somos serios!

-¡Eso!

Después de cenar, nos sentamos todos en los sillones del salón. Danny puso su cabeza sobre mis piernas y yo me puse a jugar con los rizos que le habían salido.

-Tenemos que deciros algo.

-¿Hum?

-Esto… tenemos que irnos.

Dejé de tocarle el pelo a Danny.

-¿Qué?

-Tenemos que irnos unos días… tenemos que tocar en Francia.

-Serán solo unos días.

-Sí, solo unos días.

Me levanté.

-Cris, ¿adónde vas?

Danny me agarró la mano.

-Suelta.

Al ver que no lo hacía, tiré, me liberé el brazo y subí corriendo a mi cuarto.

-¡Pero, ¿adónde vas?!

Por toda respuesta, di un portazo.

[POV Sara]

Oímos desde abajo el portazo que Cris pegó al irse.

-Pero… ¿qué la pasa?

-Creo que está disgustada

-Sí, ahora que empezaba a pasárselo bien…

-Ella y todos.

-Es verdad.

Decidí intervenir.

-¡Oh, Dougie! ¿Qué voy a hacer yo sin ti?

Dougie me cogió de las manos.

-Vas a tener que ser fuerte S. Estaré todo el día pensando en ti.

Me brillaban los ojos.

-¡Oh, Dougie!

-Y encima estos dos se ponen melosos, lo que nos faltaba.

-Doug, tú ven cuando quieras, nosotros nos vamos a casa.

Se despidieron de mí y se fueron.

-¿Crees que Cris está bien?- me preguntó Dougie, de vuelta al salón.

-Claro que sí, ella es una chica fuerte.

[Fin POV Sara]

[POV Danny]

Entré en casa, fui a la cocina, abrí la nevera, cogí una cerveza y me senté en la mesa de la cocina.

Di un trago, seguido de un fuerte golpe en la mesa.

-¡Joder!

Di otro trago.

La imagen de Cris abandonando enfurecida el salón y dando el portazo se repetía en mi mente. Me tapé la cara con las manos de pura desesperación. Di otro golpe en la mesa. No me hacía sentir mejor.

-Danny, tío, ya sabes que estoy aquí para lo que quieras.

-Lo sé Tom, lo sé.

-Creo que ahora me necesitas más que nunca.

Cogió una silla y se sentó a mi lado.

-Te escucho.

Di otro trago a la cerveza.

-Se piensa que solo somos amigos.

-Bueno, pero, es que es lo que sois, ¿no?-me miró.-Vale, eso no es suficiente para ti.

-Tampoco para ella, lo sé. Pero, por cada paso que doy adelante, ella da dos atrás. Así me es imposible alcanzarla. Tampoco puedo intentar comprenderla.

-Intenta ponerte en su lugar.

-Ya lo he hecho.

-Tú eres una estrella del rock y ella es una chica normal, al menos, eso es lo que ella piensa, y puede que eso la haga frenarse un poco. Quizá se piensa que tú la ves como un capricho.

-Pero no es así.

-A mí no me lo expliques, con quien tienes que hablarlo, es con ella.

-Ese es otro punto y aparte… cuando dirijo la conversación a esto, me cambia de tema, o se levanta y se va como la has visto que ha hecho antes.

-Quizá evita ese momento porque no sabe cómo afrontarlo.

Di otro trago a la cerveza y se me acabó. Me levanté, cogí otra y volví a sentarme.

-Sí, o puede que en realidad yo no le importe y le guste Harry.

Tom puso cara de extrañado.

-¿Harry? ¿Por qué piensas eso?

-Porque el otro día les vi dando una vuelta. Parecían muy bien juntos.

-¿Les seguiste?

Asentí.

-Luego ella se despidió de él con un beso en la mejilla.

-¿Y a ti no te ha dado ninguno?

-Uno, sí .Y hoy ha ido a despertarme.

-¿Pues de qué…?

-Empapada, porque Harry la había mojado con la manguera.

-Pero no tienes que darle importancia a esas cosas, Danny. Solo son amigos.

-¿Cómo yo y ella, no?

-Haber, ¿qué pasó ayer en la cena?

Me encogí de hombros.

-Nada. Intenté besarla… y ella me evitó.

- Seguramente la intimidaste. Puede que ella te vea mayor, experimentado… ¿sabes si ha tenido novio?

-No, que yo sepa.

-Puede que ahí esté todo. Puede que el problema no esté en ti, sino en ella. ¿Entiendes?

Asentí.

-¿Y si le gustase Harry…qué hago?

-Creo que no tendrías otra salida que aceptarlo, aunque no creo que sea así. He visto como te mira, como te trata. Es diferente al trato que tiene con Harry. Y vamos, ya de perdidos al río, me parece épico que tengas celos de Harry.

Bebí de nuevo de la lata. Qué fría estaba. Se me congelaba la cabeza.

-Alomejor el trato es diferente…porque le gusta Harry.

Tom puso los ojos en blanco.

-Entonces, explícame una cosa…

-¿Qué?- le dije.

-¿Por qué se ha molestado al saber que nos íbamos?

-Porque no quiere separarse de Harry.

-¿Y no crees que puede ser porque ya la dejaste sola una vez, lo pasó mal y no quiere volver a pasarlo?

-Solo fue una semana.

-Y aquí solo van a ser unos días, tú se los has dicho. Y además, tú tampoco lo pasaste muy bien, creo recordar.

-Hum.

-Pero vamos, creo que tienes que hablar con ella. Me parece muy bien que confíes en mí para hablarlo, pero es con ella con quién tienes que debatirlo.

Le sonreí.

-Por algo eres el papá de los papases, Tom.

-Calla.-rió.

-Pero…tengo miedo.

-¡Oh!¡El gran Danny Jones tiene miedo de la respuesta de una chica! Esto sí que es fuerte.

Se me acabó esa lata.

-Ya no bebas más.

-Vale.

-Sino, fíjate en Dougie y Sara…

-Cris todavía no sabe nada. Es más, creo que ni se hace una idea.

-Creo que Cris es muy inocente.

-Yo también.

-Puede que ese sea el problema.

-Todo es muy complicado.

-Porque tú lo ves así, pero no lo es. Ya te lo he dicho, habla con ella.Ya. Explícaselo todo.Recuerda que tienes menos de dos horas. Nos vamos ya.

-Lo voy a hacer, voy a hablar con ella.

-Solo sé cuidadoso, ya sabes, no la asustes. Lo demás, saldrá solo.

Sonreí.

-¡Oh, Tom! Te quiero.

-Eso resérvalo también para Cris.

Le di un golpe en el hombro.

-Me subo arriba.-dije.

-Vale.

Así lo hice. Subí las escaleras con desgana y crucé el pasillo. Decidí asomarme por la ventana. Tenía una perfecta vista de la casa de Cris.

Oí unos chapoteos. Esforcé la vista y entonces, vi a Cris, nadando en la piscina, como esta mañana.

Era mi momento de hablar con ella.

[Fin POV Danny]

¡Otra vez, me lo iba a hacer otra vez!

¡Danny volvía a mi vida y volvía a marcharse!

Le di una patada a mi cama. Dos. Tres. Me hice daño. La emprendí a golpes con los cojines, hasta que me senté en el alfeizar de la ventana, con la foto nuestra entre las manos.

-Al diablo- dije, y la tiré al suelo. El cristal se rompió.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras.

Ni Sara ni Dougie me dijeron nada cuando pasé por el comedor. Creo que mi cara bastó para responder todas las posibles preguntas.

Sin pensármelo dos veces, me tiré de cabeza a la piscina. Una vez dentro, me quedé flotando, mirando hacia el cielo, hacia las estrellas.

Ahora, ahora que todo empezaba a ir bien… Danny se iba.

“Son solo unos días”-dijo.

La primera vez fue solo una semana y mira. Unos días… ¿de cuántos días consta? ¿Dos, tres, veinte?

Estaba tan enfadada que empecé a lanzar agua a diestro y siniestro.

¡Ya me había habituado a su cara pecosa! ¡Y ahora se iba!

Me senté en la escalera y me cubrí el rostro con las manos. Y ahora se iba…

-Toma.

Me giré.

Danny me estaba tendiendo una toalla.

-¿Qué haces aquí?

-Darte una toalla.

-Nadie te ha dicho que quiera una. ¿Y si me apetece morirme de hipotermia?

-Eso no me ha hecho gracia.

-Déjame.

-No.

-¡Vete ya a Francia!¡Déjame!

-No.

-¡¿Por qué?!¡¿Por qué no me dejas en paz?!

Bajó la vista.

-No lo sé.

-Ah, bien.

-¿Estás enfadada?

-No, solo que soy de felicidad distraída.

-¿Es por lo de que nos vamos?

Me giré para mirarle mejor.

-¿Tú qué crees, Daniel? ¡Pues claro que es por eso!

Me levanté y salí de la piscina, quedándome de pie delante de él.

-Pero, ¿por qué?

-¿Por qué? ¿Por qué? ¡Me vas a dejar sola otra vez! No quiero volver a pasar por eso otra vez…¡no quiero verme sola más!

-Tienes a Sara.

-¡Sara no eres tú, Danny! Nadie puede llenar el vacío que vas a dejar.

-Solo son unos días.

-Para mí serán años.

-También para mí.

-No es lo mismo.

-Sí que lo es.

-No.

-Bueno… ¡pues me quedo!¡Ya está!¡Qué se vayan ellos, yo me quedo!

-¡No!¡Tampoco quiero que te quedes!¡Ni que te vayas, ni que te quedes!

-¿No quieres que me quede?

-No…¡Sí!...¡No sé! Lo que sí sé es que no voy a ser egoísta. No puedes dejar a tus amigos tirados por algo así.

-Entonces comprendes que me tengo que ir…

-¿Comprenderlo? Sí. ¿Aprobarlo? No. Sé que te tienes que ir, lo sé de sobra, al igual que sé que no puedes quedarte, por mucho que quiera. No quiero que te quedes, pero si te vas, te echaré de menos, cosa que tampoco quiero.

Las lágrimas asomaban en mis ojos.

-Nos vamos esta noche.

-¡Y encima te vas esta noche!¡Perfecto!

Danny me lanzó la toalla a la cara.

-Es una tontería seguir hablando de esto. Me voy.

Se dio la vuelta y se fue.

Me quedé sola en el jardín.

-¿Dan…Danny?-pregunté.

Afuera, oí como Dougie se despedía de Sara y, de pronto, un coche.

-N-no.

Corrí hacia la puerta.

-¡Oh, Cris! Los chicos se acaban de ir.-me informó mi prima, que estaba en el porche.

-¡¿Qué?!

Subí corriendo a mi cuarto, me tiré al suelo de rodillas y cogí el marco, que tenía el cristal roto., cortándome con uno de los cristales. Me puse a llorar.¡¿PERO QUÉ HABÍA HECHO?! ¡¡Danny!!

3 comentarios:

  1. Final apoteósico:Hecho sin H XDDDDD ESTA MUY BIEEEEN!!!!!! ^^

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  2. JAJAJAJA
    Ya está corregido xDD Algunas veces, se me cuela una errata xD
    ¡¡Bien!! (:

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  3. Tiaa.. enserio, me encanta tu novela!*O*
    A seguir leyendo! (;

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