Llegamos al hotel.
Sara y yo nos lo quedamos mirando, ilusionadas.
-¿Qué, os gusta?-nos preguntaron.
-A mí me gusta estar contigo Danny, no importa dónde.
Todos soltaron un prolongado “¡oh!”.
Entramos, emocionados perdidos.
Nos dieron la llave de las habitaciones y subimos corriendo.
-Jo,tíos, yo no sé si es coincidencia o no, pero nos han dado en la tercera planta.
-Bah, qué más da.
Llegamos, finalmente, a las habitaciones.
-Haber, hay tres. Yo duermo con Cris.
Me abracé a Danny, mientras sonreía.
-Yo y Sara, no hay duda.-dijo Dougie.
-¡No me jodais! ¿Por qué tengo que dormir yo con Harry?-preguntó Tom.
-¿Y por qué tengo yo que dormir contigo, eh, Tom?
Se miraron entre ellos con odio fingido, mas luego se fundieron en un abrazo.
-Quizá no debamos dejarles solos en una habitación…
-Sí, es verdad…
Nos fulminaron a todos con la mirada.
-Bueno, que nosotros nos metemos dentro.¡Adiós!
Danny me pasó un brazo por las rodillas y me aupó.
Yo reí cual colegiala.
-Pero que empalagosos que sois.
Le solté una patada a Tom, que la esquivó ágilmente.
Entramos en la habitación y la observamos.
Dos camas, una mesa, dos sillas, una televisión, un baño y una terraza.
Bueno, no estaba mal.
Danny se tiró sobre la cama que tenía más cerca, conmigo aún en brazos.
-¿Qué te parece,eh? ¿Qué es lo que más te gusta?
Me giré y le puse el dedo en la punta de la nariz.
-Esto.
-¿Mi nariz? Mira que tienes gustos raros, ¿eh?
Reí.
-¡Me refería a ti!
-Ya, si lo sé. Me gusta hacerte de rabiar.
Le abracé.
-No me puedo creer que esté aquí, contigo.
-Pues créetelo, porque es la verdad.
-¡Quiero mi maleta!-gritó Tom, desde la habitación de al lado.
Se oyó el sonido de algo pesado impactando contra el suelo.
-¡Toma tu maleta!
-¡Has tirado mi maleta, ahora ya no la quiero!
-Estos algún día se van a matar.
-Bah, déjales. Son felices.
Me estiré cual larga era y me di la vuelta, con tan mala suerte que me caí al suelo desde la cama.
-¡Ah!
-¿Estás bien?
-Que caída más tonta.
-Si es que estas camas son demasiado pequeñas.
-Sí, y encima están separadas.-observé.
-¡Vamos a juntarlas!-dijo Danny, emocionado.
-¡Sí,vamos!
Me dispuse a empujar la mía hacia la suya, pero no se movía.
-Danny, esto no funciona.
-¿Seguro?
-Bueno, es que yo no destaco precisamente por mi fuerza.
-Lo sé.
-¡Encima!-me reí.
-Venga, que te ayudo.
Se colocó detrás de mí.
-Empujemos a la de 3…2…1…
En ese momento, entró Dougie, misteriosamente, en la habitación.
-¡¿Qué?!¡¿Pero qué hacéis, marranos?!¡Os dejamos solos y nos venís con estas!
-Oye Dougie, que no, que…
-Sí tío, que mira que estábamos…
-¡Ya, ya, excusas!¡Os he pillado!
Sara irrumpió en la escena.
-Doug, ¿qué pasa, por qué gritas?
-Ah,no, por nada, porque he entrado y me encontrado a estos dos así…-representó la escena.
Sara rió.
-¿Por qué no os habéis traído mi cartel?-preguntó.
-Pero…
-Sí que nos lo hemos traído.-respondió Danny, que se echó a reír.-Yo me ocupé personalmente de traerlo.
Me quedé titubeando.
Entonces, Harry y Tom hicieron acto de presencia, también.
Dougie les explicó lo mismo que a Sara.
-No se os puede sacar de casa.
-Eso,eso.
-Pero chicos, que solo estábamos intentando juntar las camas, nada más.
-Sí,ya.Claro.
Nos quedamos en silencio y al final, me eché a reír.
-Vale, sí, lo que vosotros digáis.-me rendí.
Todos sonrieron.
-¿Cuándo sirven aquí la cena?-preguntó Dougie.
-Pues…como que ya…¿no?
-Jo, echo de menos cocinar.
-Eres un cocinero compulsivo,Tom.-le dije.
Me sonrió.
-Bueno, pues, vámonos abajo a cenar,¿no?
-Sí,vamos.
Salimos al pasillo y empezamos a empujarnos unos a otros.
-¿Por qué nos empujamos?
Al no encontrar respuesta, nos reímos.
Cuál fue nuestra sorpresa al ver que había un buffet.
Sara y yo nos cogimos un plato con dos cosas y nos fuimos a sentar a una mesa. Al rato, aparecieron los chicos con al menos tres platos cada uno.
-¿Os vais a comer todo eso?-pregunté, sorprendida.
-Sí, ¡y aún queda el postre!-me respondió Dougie.
Sara y yo acabamos pronto y nos entretuvimos charlando.
-Oíd, chicas, ¿y si vais y miráis que hay de postre? Quiero saberlo.
-Dougie y sus postres.Vamos,Sara, vamos a ver.-la dije, mientras me levantaba.
-Sí,vamos.
Nos cogimos del brazo y nos dirigimos a recopilar información sobre los postres para Dougie.
La mesa de los postres era infinitamente larga.
-Creo que terminamos antes si tú empiezas desde una punta y yo desde otra.
-Tienes razón,S. Yo voy a la izquierda.
-De acuerdo, te veo en el medio.
Me reí ante tal tontería.
Estaba enfrascada intentando descifrar qué era cada cosa cuando, sin querer, me tropecé con alguien.
-Oh, excuse me.
Me giré para mirar. Era un chico, cuya cara me resultaba familiar.
-No ha sido nada, mujer. ¿Nos conocemos de antes? Tú cara me suena.
-Emm…no, creo que no.
-Espera…sí, ya sé quién eres.
-¿Ah,sí?
-Sí, hace unas horas te echaste conmigo una foto en el aeropuerto,¿recuerdas?
-¡Ah, es verdad, eres el chico de las gafas! Solo…que ahora no las llevas. Y antes me hablaste en inglés.
-Porque no sabía en qué idioma hablabas.
-Que considerado de tú parte, gracias.¿Y qué hacías allí?¿Eres fan de McFly?
-Sí,bueno, más bien no…-se pasó la mano por el pelo, nervioso- Soy fan de ti.
-¿Qué?-dije, sonriendo.
El chico asintió, mirando al suelo.
-Entonces…sabías desde un principio quién era.
-Por supuesto.
Me reí.
-No me puedo creer que tenga un fan.
El chico sonrió.
-Tienes más de uno, créeme.
-Pero, ¿cómo? Quiero decir…tenéis que estar muy locos para ser fan de mí.
El chico rió.
-¿Por qué?
-Yo, personalmente, no sería fan mía.
Volvió a reír.
-Eres más maja en persona.
-Vaya,gracias.Y…¿cómo sabe la gente que existo? Si yo vivo en el anonimato.
-¿Estás de broma,no? Hay un montón de fotos tuyas con McFly en internet.
-¿Qué?
Se encogió de hombros.
-La gente sabe donde vivís y…¿quién sabe? Alomejor son tus propios vecinos los que sacan las fotos.
-Que miedo.
Rió.
-No mujer, no tienes por qué tenerlo…
-Eso lo dirás tú, que no tienes vecinos paparazzis.
Volvió a reír.
Miré por encima de su hombro y vi que todos los chicos de la mesa me estaban mirando.Miedo.El chico también se giró.
-Me temo que reclaman tú presencia.
-Sí, eso creo.
-Bueno, dado que solo vine porque has venido aquí, creo que volveremos a vernos.
-Estoy totalmente sorprendida.
Sonrió.
-No me he presentado, soy Jensen.
-Encantada, Jensen. Supongo que no hace falta que diga quién soy yo. Lo sabes mejor que yo misma.
-Sí.
-Bueno,me voy.
-Adiós.
Le bordee por la izquierda y me fui a sentar al lado de Danny, en el más solemne silencio.
-¿Qué, Cris y ese tío quién era?
-¿Y qué quería?
-Pues era el mismo chico que me dijo que me hiciera una foto con él en el aeropuerto.
-¿Cuál de todos los que te lo dijeron?
-El primero, exagerados.
-¿Y bueno, qué quería?
-Decirme que era fan de mí.
-Eso ya nos lo olíamos.¿Qué más?
-Dijo que está aquí porque se enteró que nosotros veníamos y quería verme.
-Entonces no te quitaré la vista de encima.
-Tranquilo,Danny, que yo solo tengo ojos para ti. O en todo caso, para Harry.
Nos reímos.
-Uh, lo que me ha dicho.
Le agarré la mano que tenía puesta encima de la mesa.
-Te quiero.
-Y yo.
-Haber, que estamos comiendo, no nos apetece potar ahora…
-Eso, si os ponéis zalameros, os subís arriba y ponéis el cartelito en la puerta…
-Menudos que sois vosotros.-les dije.
Terminaron de cenar y salimos fuera.
-¡Eh! Aquí hay una bolera, ¿vamos?
-Pero hay playa.
-Pues vamos mañana.
-Vale.
-¡A la bolera!
-¡Sí!
Entramos en ella.
-Haber, Sara, tira tú primero.
-Vale.
Tiró cuatro bolos.
-¡Sí!
-Oh, mi niña, cuantos ha tirado.
Sara y Dougie empezaron a comerse a besos ahí.
-Bueno,Cris, ahora tira tú.
-Vale.
Me dirigí a coger la bola, pero no podía.Todas eran demasiado pesadas.
-¡Esto pesa mucho!
Todos estaban rodando por el suelo, destornillándose de risa.
Un buen hombre que por allí pasaba me dio una cosa que le ponían a los niños pequeños para que pudieran tirar.
Todos se seguían riendo de mí.
Apunté, tiré y bum, los tiré todos. Dejaron de reírse.
-¿Qué, y ahora qué, eh?¿Qué tenéis que decir?
-Que haber si la próxima vez lo haces sin la cosa esa.
-Bah.
En uno de los tiros, Tom se escurrió, bueno, fue empujado y rodó un rato por la pista. Harry se entretuvo quitándole a los demás las bolas de menos peso para que yo pudiera tirarlas, Sara y Dougie se comían los morros en un rincón, Danny soplaba a la bola para que avanzara, ya que se le había quedado atascada en mitad de la pista y yo les miraba.
-Bah, paso.-dijo Danny, harto de soplar.
Dejó la bola ahí y se acercó a mí.
Abrí los brazos para recibirle y se los pasé por el cuello.
-Vamos arriba.-me susurró al oído.
-Vamos.-le respondí.
Se dio la vuelta.
-¿Quieres ir a caballito?
-Yo nunca digo que no a algo así.
Me subí encima.
-Bien, vamos.
-¡Al galope!
-Tampoco hace falta ir tan rápido.
-Pero es que yo quiero ir así.
-Que raros que sois los hombres.
-Mira quién fue a hablar…
Le di unos golpecitos en el costado con el talón.
-Anda, calla y arre.
-¡Eh!¿Adónde vais?
-Déjales Tom, que van a lo que van.
Llegamos a la habitación y me tiré sobre las camas, que, con ayuda de todos, habíamos conseguido juntarlas.
Estaba encima de mí cuando se levantó corriendo.
-¿Adónde vas?
Me reí al ver que salía afuera y entraba de nuevo.
-¿No habrás puesto el cartelito,no?
-No- y asintió con la cabeza.
Me reí.
Cogió carrerilla y se tiró encima.
-Party hard.-le dije.
-Sí.¡Bien!
No hay comentarios:
Publicar un comentario